El alcalde de la ciudad polaca de Gdansk, Pawel Adamowicz, falleció ayer a causa de las graves heridas sufridas después de ser apuñalado mientras se encontraba la noche del domingo sobre un escenario durante un acto benéfico popular.

El agresor, que había salido días antes de la cárcel, donde cumplió condena por robo bancario, tomó un micrófono para asegurar que con su ataque buscaba vengarse por haber sido “injustamente encarcelado y torturado por Plataforma Ciudadana”, partido del alcalde fallecido, el principal de la oposición contra el gobierno ultraderechista instalado en Polonia.

La policía investiga cómo el agresor, de 27 años y con un cuchillo de 14 centímetros, consiguió el pase de prensa que le permitió subir al escenario donde se encontraba el alcalde.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) envió un mensaje de condolencias por el asesinato del alcalde de Gdansk, recordando su compromiso con refugiados y migrantes.

“Adamowicz fue un líder moral profundamente valiente. Recibió correos electrónicos amenazadores por su postura prorefugiados, pero no flaqueó en su convencimiento de que la integración era un propuesta beneficiosa para todos en su ciudad”, declaró la representante de ACNUR para Europa Central, Montserrat Feixas. (En la imagen, el asesino, aún con el cuchillo en mano, justifica ante el atónito público su crimen).