Opinión

Cuomo, de héroe a villano

Cuomo, de héroe a villano

Cuomo, de héroe a villano

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Hace exactamente un año, Andrew Cuomo, gobernador demócrata de Nueva York, era considerado un héroe nacional. Se le celebraba por la manera en que había manejado la pandemia y por su liderazgo en momentos en que el país más lo necesitaba. Pero eso era entonces. Ahora está caído en desgracia, acusado de ser un acosador sexual.

Cuando hace cinco meses surgieron las primeras acusaciones sobre su comportamiento hacia algunas de sus asistentes, incluso una en su equipo de guardaespaldas, el funcionario demagógicamente exigió una investigación. Ahora concluído, el reporte de 165 páginas con entrevistas a 179 personas, reveló con lujo de detalles cómo manoseó y acosó sexualmente a once mujeres, todas jóvenes y trabajando para él. Una de ellas lo ha demandado legalmente por lo que Cuomo podría terminar en la cárcel.

Por lo pronto y después de que otros demócratas prominentes, empezando por el presidente Joe Biden, le dieran la espalda, pidiéndole renunciar, este martes aceptó dejar el cargo. Termina así la carrera de alguien que fue reelecto gobernador tres veces y dominó la política del estado de Nueva York por una década.

Hijo de Mario Cuomo, que también fuera gobernador neoyorquino, Cuomo de 63 años, estuvo casado con Kerry Kennedy, miembro de la familia estadounidense más célebre, con quien tuvo tres hijas. Tras su divorcio, vivió un romance de 14 años con Sandra Lee, estrella de un programa culinario en televisión, quien, de hecho, hacía las veces de Primera Dama estatal.

Nunca nadie lo hubiera imaginado acosador. Y no solo eso, también usó el poder de su cargo para ocultar sus acciones y tratar de desacreditar a sus acusadoras. La clara definición de corrupción. Esto a pesar de que se presentaba como un campeón defensor de los derechos y dignidad de la mujer, presionando por leyes que, ahora se sabe, él mismo no respetaba.

El gobernador venido a menos sigue, sin embargo, sin admitir sus faltas y asegura que nunca cruzó la línea con nadie. Según él, son cambios generacionales y culturales que ignoraba. Al parecer también ignoraba que al menos en este país, ha quedado atrás la era en que los poderosos se imponían sobre las mujeres a su antojo.

Sin embargo resulta interesante cómo periódicos importantes, políticos famosos y sobre todo republicanos en todos los niveles, exigieron la renuncia de Cuomo como gobernador, pero nunca le exigieron renunciar a Donald Trump, acusado por 26 mujeres, incluso de violación.

Sin embargo, parece que en Nueva York los escándalos sirven de algo: cuando en 2008 salió a la luz la conducta sexual de Eliot Spitzer y también tuvo que irse, el puesto pasó a David Peterson, el primer gobernador afroamericano. Ahora, con Cuomo fuera, llega Kathy Hochul, la primera mujer gobernadora, al frente de la décimo quinta economía mundial.