Cientos de manifestantes se congregaron este miércoles en distintos lugares de El Paso, y antes también en Dayton, Ohio, para protestar contra la visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, después de las matanzas del fin de semana pasado.

Los manifestantes condenaron el supremacismo blanco y la retórica antimigrante del presidente, que consideran inspiró al perpetrador del tiroteo del 3 de agosto en El Paso, Patrick Crusius, quien presuntamente subió a un foro online un manifiesto en que alertaba de una “invasión de hispanos en Texas”.

Asimismo, los manifestantes también exigieron al presidente implementar en EU un mayor control a la venta de armas de fuego, un reclamo que también se vivió en Dayton, donde el mandatario hizo en la mañana la primera parada de su viaje exprés a los lugares de las dos matanzas del fin de semana.

Ayer, Trump se reunió, tanto en Dayton como en El Paso, con heridos y familiares de las víctimas de las masacres, y antes de partir de regreso a Washington, aseguró a los periodistas que su retórica no ha contribuido a la violencia de los tiroteos y, por el contrario, “une a la gente”.

En Dayton, acudió al hospital Miami Vista, donde estaban ingresados varios heridos, y a las afueras, le recibieron con carteles como “Haga algo”, “Podemos terminar con la violencia” o “Trump, vete”.

A SANGRE FRÍA. Según testigos, por lo menos tres de las ocho víctimas mortales mexicanas del atentado en El Paso fueron asesinadas a sangre fría mientras oraban y suplicaban por sus vidas.

Otros fingieron estar muertos mientras escuchaban las ráfagas de disparos en el centro comercial Walmart donde ocurrió la matanza, y algunos contraatacaron, arrojándole al atacante latas de comestibles.