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De don nadie a “presidente”: El ascenso meteórico de Juan Guaidó

Hace menos de tres semanas, prácticamente nadie conocía a Juan Guaidó, el 4 de enero era todavía un diputado raso; desde ayer, es el nuevo presidente interino de Venezuela a ojos de media América.

Hace menos de tres semanas, prácticamente nadie conocía a Juan Guaidó, el 4 de enero era todavía un diputado raso; desde ayer, es el nuevo presidente interino de Venezuela a ojos de media América.

De don nadie a “presidente”:  El ascenso meteórico  de Juan Guaidó

De don nadie a “presidente”: El ascenso meteórico de Juan Guaidó

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Hace menos de tres semanas, prácticamente nadie conocía a Juan Guaidó, No es que fuera un desconocido en Europa, o en Norteamérica, es que lo era incluso para la mayoría de venezolanos. El 4 de enero, Guaidó era todavía un diputado raso; desde ayer, es el nuevo presidente interino de Venezuela a ojos de media América.

Juan Guaidó es originario del estado costero de Vargas, tiene 35 años, es padre de una niña pequeña, es ingeniero industrial y tiene además dos posgrados en Administración Pública, uno de ellos, por la Universidad George Washington. Desde joven se implicó en política; primero fue líder estudiantil, y luego, en 2009, participó en la fundación de Voluntad Popular (VP),  el partido que encabezaba Leopoldo López, preso desde las protestas populares de 2014.

En 2015, Guaidó logró un escaño en la Asamblea Nacional (AN). Fue justo cuando la oposición alcanzó la mayoría en la Cámara y el gobierno empezó a sabotearla. Desde entonces, la oposición, que acudió a aquellos comicios en coalición, acordó que cada año rotaría la presidencia de la Cámara baja, y en 2019 llegó el turno de VP, un partido que, pese a oponerse a Maduro, forma parte de la Internacional Socialista.

Quien estaba llamado a tomar las riendas de la AN era Freddy Guevara, pero el año pasado se refugió en la embajada de Chile en Caracas, para evitar a la justicia chavista. Ello dejó el camino libre a Guaidó, a quien sus colaboradores definen como un hombre de centro.

Sin duda, Guaidó necesitará hacer gala de un fuerte carácter para enfrentar el previsible acoso de la maquinaria chavista, y ya demostró su fortaleza cuando en 2015 participó en una huelga de hambre para exigir que el gobierno fijara las elecciones parlamentarias en las que luego logró su primer éxito político.

Quizás también le ayudará en su empresa el haber enfrentado dificultades desde su juventud. En 1999, Guaidó sobrevivió a la “tragedia de Vargas”, cuando unas fuertes inundaciones provocaron más de 10 mil muertos y desaparecidos en el estado. Ahora, 20 años después, el presidente del Parlamento deberá maniobrar para mantenerse a flote ante la “tragedia Maduro”.