Opinión

De los fraudes y delitos en México Tenochtitlan

De los fraudes y delitos en México Tenochtitlan

De los fraudes y delitos en México Tenochtitlan

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El presidente Andrés Manuel  López Obrador ha atribuido el primer fraude que se cometió en México al conquistador Hernán Cortés, lo cual es impreciso porque, regido por las Leyes de las Siete Partidas de Alfonso X, El Sabio, que imperaban en España en su tiempo, no fue acusado de tal cosa cuando se le levantó el Juicio de Residencia, una vez que cesó su mandato y sobre el cual, consta por escrito.

Cortés se hizo de un enemigo que hizo cuanto pudo por perjudicarlo, el Gobernador de Cuba, Diego de Velázquez, quien en las instrucciones que dio para la expedición de don Hernando, no figuraba ciertamente el fundar un ayuntamiento en Veracruz, el primero de México, pero como señala su historiador José Luis Martínez, “no dio licencia para poblar, pero tampoco lo prohibió.”

Posteriormente, el Rey de España, incluso, lo nombró Gobernador y Capitán de la Nueva España y dio instrucciones para su gobierno, el 15 de octubre de 1522, mediante Real Célula fechada en la ciudad de Valladolid. El documento cita: “seáis nuestro gobernador y capitán general de toda la tierra y provincias de la Nueva España, y de la dicha ciudad de Tenochtitlan, y que tengáis la justicia civil y criminal en las ciudades, villas y lugares que al presente están en ellas, pobladas de aquí en adelante, así de los naturales de la dicha tierra…” esto confirma que para España, no hubo delito alguno al fundar el Ayuntamiento de Veracruz y en palabras de José Luis Martínez, tampoco hubo fraude en su elección: “creación del cabildo de la Villa Rica de la Vera Cruz que nombra a Cortés capital general y justicia mayor”.

Por otra parte, fray Bernardino de Sahagún, en su Historia General de las Cosas de Nueva España, en el libro VIII, capítulo CIV, habla del sistema de justicia que tenían los indígenas antes de la llegada de los españoles: “El palacio de los señores tenía muchas salas, la primera era la sala de la judicatura donde oyendo las cosas criminales, como pleitos y peticiones de la gente popular, y allí juzgaban y sentenciaban a los criminales a penas de muerte , o ahorcar, o apedrear… y también allí juzgaban a los principales nobles o cónsules cuando caían por algún crimen o los hacían macehuales o los desterraban perpetuamente…”

Y en el mercado de Tlatelolco había jueces de plaza sobre el ejercicio de la compra- venta de mercancías, para evitar fraudes, abusos y robos, de modo que se procuraba la justicia y el cumplimiento de las leyes, sobre las cuales, Nezahualcóyotl, por ejemplo, aportó varias en distintos rubros que son conocidas como las 80 leyes.

Es la propia mitología donde aparecen acciones que pueden considerarse delictivas, como es el caso del hurto que cometió Quetzalcóatl a las hormigas, a quienes robó los granos de maíz en la más completa impunidad, a diferencia de Prometeo que por haber robado el fuego del Olimpo, fue sentenciado de por vida a estar encadenado a una roca, donde aves de rapiña le devoraban las entrañas.

Carlos Villa Roiz