Opinión

De pontificados laicos y religiosos

De pontificados laicos y religiosos

De pontificados laicos y religiosos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Dos de las voces más consistentes y equilibradas en el mundo a lo largo de todo el periodo de la pandemia, y aún antes, son las del secretario general de la ONU, António Guterres, y la del papa Francisco, cabeza del Vaticano y líder del mundo católico. En los circuitos multilaterales se suele decir que el secretario general de la ONU preside una suerte de pontificado laico, ya que habla en nombre de una organización internacional que agrupa a 193 Estados y su prédica es de exhorto al carecer de instrumentos y herramientas políticas reales para sus propósitos. Más allá de la metáfora comparativa, lo cierto es que ambos personajes adquieren o pueden adquirir su fuerza moral y política a partir de sus posicionamientos y, por decirlo de una manera literaria, de la congruencia de sus palabras sobre todo si dichos posicionamientos recogen el sentir mayoritario, incluso por encima de poderes e intereses minoritarios.

No debe ser sencillo para un papa pronunciarse en contra del llamado neoliberalismo, un conjunto de ideas y políticas económicas que han predominado desde finales del siglo XX y que han decidido la suerte -tan chaparra- de millones de personas en el orbe, como lo hizo Francisco recientemente en su encíclica Hermanos todos. Y cabe hacer hincapié en la congruencia, pues este documento no contiene ideas nuevas, sino que agrupa y da consistencia a sus denuncias expresadas en diferentes momentos y encíclicas durante sus casi ocho años de papado. Francisco se muestra contrario al consumismo y a la globalización feroz, pero también de la codicia de la propiedad privada frente al bien común, y en suma condena la desigualdad lacerante que ha impedido un “desarrollo humano integral”. Desde el punto de vista religioso queda en la conciencia de cada creyente atender o no a sus postulados y siempre en el ámbito privado, no público, cuando de religión se trata, pero en el plano político queda claro que el jefe del Vaticano extiende su exhorto más allá de los confines de la religión al advertir de las enormes disparidades y las tendencias populistas que caracterizan esta época, particularmente los extremismos de derechas.

Del otro lado, del laico, el secretario general de la ONU, quien al igual que el papa ha utilizado el contexto generado por la pandemia de Covid19 en el sistema internacional para insistir en sus llamamientos a la solidaridad y a la colaboración, en un momento en el que el multilateralismo parece abandonado a la suerte de la deriva frente al desdén de poderosos países, que son indispensables para que el engranaje internacional funcione, o bien de países que intentan utilizarlo en la persecución de intereses nacionales y muy específicos. Desde el inicio de la pandemia, Guterres llamó a la comunidad internacional a acordar un cese al fuego en todos los conflictos armados para concentrar los esfuerzos y los recursos en la atención de los países aquejados por la violencia y sobre todo en la salud de sus poblaciones, con particular atención en sus segmentos más frágiles y desprotegidos. Más recientemente, ha calificado a la Covid19 como el mayor reto de nuestros tiempos y ha llamado a perseverar y confrontar las crisis que ha desplegado el SARS-Cov-2 con base en la unidad, la solidaridad y la integridad, así como atendiendo a lo que dicta la ciencia. Aprovechando el aniversario 75 de la Carta de la Organización de las Naciones este pasado 24 de octubre, ha vuelto a insistir en que el enemigo común es el nuevo coronavirus y ha relanzado su exhorto a redoblar esfuerzos en favor de la paz y de lograr un alto global al fuego.

La situación internacional pareciera evidenciar que las propuestas de estos dos personajes no hacen sino arar en el desierto, y si bien una reacia realidad internacional parece demostrarlo, sus voces y sobre todo sus posicionamientos, son relevantes y necesarios, ya sea que se tenga una conciencia religiosa o una laica, toda vez que han decidido concentrarse en asuntos fundamentales de las relaciones internacionales contemporáneas.

Guillermo Puente Ordorica

gpuenteo@hotmail.com