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Clavos para dedos, mamas y plazas, los reclamos fuera de Palacio

Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, se ha convertido en la figura más visible del sector. Algunos afectados, tanto reales como sembrados, acuden los martes a las inmediaciones de Palacio Nacional para cazarlo.

Clavos para dedos, mamas y plazas, los reclamos fuera de Palacio

Clavos para dedos, mamas y plazas, los reclamos fuera de Palacio

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

En tiempos de protestas múltiples por desabasto de medicamentos y falta de atención, los funcionarios federales de Salud se abren paso entre gritos, interrupciones y rechiflas.

Unos, intentan explicar los reacomodos institucionales, pero terminan arrinconados o apenas a salvo, refugiándose tras las ventanillas de sus autos o arropados por colaboradores cada vez más angustiados. Otros aceleran la huida y, con aparente resignación, sortean mentadas y vituperios.

Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, se ha convertido en la figura más visible del sector. Algunos afectados, tanto reales como sembrados, acuden los martes a las inmediaciones de Palacio Nacional para cazarlo, apenas termina su exposición en el Salón Tesorería, programada para estos días.

Esta vez, Crónica acompaña su andar desde la puerta de Palacio ubicada sobre la calle de Corregidora hasta su automóvil, a unos 50 metros, para rescatar los diálogos del caos, en medio de la escarpada transformación lopezobradorista. Habrá de sortear a un hombre sin dedo, a una mujer agobiada por el cáncer y a un médico furibundo en busca de una plaza definitiva…

Mientras Hugo reprocha las denuncias sin fundamento y los actos hostiles como el de supuestos enfermos de VIH violentando la sede del IMSS, hace unos días (“A los transeúntes los estaban amenazando con inyectarles sangre con VIH, una práctica que no veíamos desde hace mucho y que nos parece deleznable, porque nadie tiene derecho a alterar la paz pública ni a poner en riesgo a otros. Y no se ponen a pensar que los gobiernos anteriores saboteaban sus propias instituciones públicas para favorecer a aventureros privados”, decía), una señora con la cabeza envuelta en una pañoleta lo intercepta:

-¿Por qué quitaron la atención de cáncer en el Fucam (Fundación Mexicana de Fomento para la Prevención Oportuna del Cáncer de Mama)?

-Señora, así no es…

-¿Por qué, doctor?

-Señora, no tenga preocupación, a ustedes que son usuarias de Fucam les digo que en ningún momento el gobierno federal ha decidido que interrumpan su tratamiento -responde el subsecretario con un toque paternal.

-Pero sí nos lo interrumpieron- refuta la mujer.

-Si fue así, ayúdenos a denunciar, gracias por decirlo, este es un ejemplo, una ciudadana que está en tratamiento y tiene el valor de expresarse aquí públicamente, respetamos mucho estas expresiones, nos permiten saber quién está manipulando la información. Si les dijeron: por culpa del gobierno no tendrán atención, es una mentira.

-Pero queremos la atención gratuita- insiste otra enferma, quien lo comienza a grabar en el celular.

-Esa atención gratuita, ¿saben quién la paga? Todos nosotros…

-Los mismos mexicanos, son nuestros impuestos, tenemos derechos- ataja la primera quejosa.

-Eso mismo- persuade López-Gatell. La semana pasada el Insabi estableció un convenio para que ustedes, que ya están en tratamiento, sigan recibiéndolo.

-¿Y las nuevas, las 20-20?

-Las nuevas mujeres que pudieran tener una necesidad de diagnóstico o atención en cáncer son bienvenidas en las instituciones públicas y hospitales especializados que tiene el país, y el Fucam nos va a facilitar el proceso de referencia. El Instituto Nacional de Cancerología atiende a más de 17 mil mujeres con cáncer de mamá y tiene capacidad para absorber a las aproximadamente 200, 300 nuevas pacientes.

-Son mil 600 mujeres de nuevo ingreso, no 200…

-No, tenemos los datos.

-Son falsos…

El clamor de las dos mujeres es acallado por una voz más áspera, la de un hombre averiado de uno de los dedos de la mano izquierda:

-Mi dedo, me están atendiendo en el Hospital General…

-Ahí tenemos la posibilidad de...- trata de suavizar el funcionario, pero sin conseguirlo.

-Tres clavos, señor, me cuesta 500 pesos cada uno, son 1500, me operan pasado mañana, ¿sabe qué me dicen? Ocho mil pesos por cada clavo, ¿de dónde chingaos voy a sacar 24 mil pesos?

-Lo que dice usted de manera muy expresiva es muy importante, esa no es acción del actual gobierno…

-¡Actualización señor, actualización!

-¿Me quiere escuchar?, ¿sí o no?- pregunta López-Gatell ya exasperado, aunque la confrontación es a su vez rebasada por el rugido todavía más sonoro de otro inconforme:

-La basificación que usted propone es una farsa. No está fundamentada en la Ley Federal de Trabajadores al Servicio del Estado- le recrimina.

-¡Perfecto!- se limita a decir el funcionario, ya ruborizado y urgido por uno de sus auxiliares para abordar su auto: “Se le hace tarde, doctor, no llegará a su cita!”.

-Lo que ustedes están dando es un fraude, no son bases sino regularizaciones como las que teníamos con el Seguro Popular- vuelve a la carga el sujeto.

-Lo analizamos con mucho gusto.

-Respondan ya, tienen nuestra demanda en el escritorio y nada- vocifera quien dice llamarse Fabián Infante Valdez, médico del Hospital de Ixtapaluca, en el Estado de México. Persigue al subsecretario hasta el asiento del copiloto, mientras acusa: “No somos 87 mil trabajadores sin base, como dicen ustedes, somos más de 300 mil. Nos están negando la plaza definitiva y ofreciendo el mismo modelo de explotación laboral, subcontratación, outsoursing oficial, con derechos laborales degragados”.

Ya no lo escucha Hugo López-Gatell, cuyo automóvil parte presuroso, con los vidrios elevados y él con la mirada baja, mientras se escucha la demanda estruendosa de un nuevo grupo, ya próximo al lugar: “¡Corrupción en el Instituto Nacional de Rehabilitación, todos son unos pinches rateros!”…

DATOS DE LA PROBLEMÁTICA DE VIH

Total de recetas de tratamiento antirretroviral del 16 de enero al 15 de febrero: 85 mil 256

Surtidas oportunamente: 96.5 por ciento

No surtidas oportunamente: 3.5 por ciento

Total de recetas emitidas en la presente administración: 285 mil 408

Número de quejas: 631, 0.2 por ciento del total

DATOS DE LA PROBLEMÁTICA DEL FUCAM

776 millones de pesos: los pagados por el gobierno federal por la atención de cáncer de 2017 a 2019

2017: 233 millones 482 mil

2018: 351 millones 559 mil

2019: 191 millones 613 mil

2020: 225 mil 64

Casos nuevos en el lapso: 2, 810

Casos de atención continuados: 13, 159