Autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc y del Gobierno de la Ciudad, acompañados de policías con equipo antimotín, desalojaron ayer el predio que fue invadido en el cruce de Roma y Londres, en la colonia Juárez, en la alcaldía Cuauhtémoc.

Los ocupantes se encontraban de manera ilegal en el inmueble desde hace más de 20 años; varios de ellos pertenecen a la comunidad otomí y son los mismos que se hicieron pasar como damnificados después del sismo del 19-S.

La acción comenzó después de las 13:00 horas. Unos 50 agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) arribaron al sitio, ante los conatos de pleito que se registraron durante el operativo de desalojo en el predio que colinda con una iglesia y que tiene entradas por la calle de Roma (a su cruce con Milán) y con la calle de Londres, frente al Museo de Cera.

Apenas y se controló la situación aparecieron varios hombres vestidos de civil para sacar a la vía pública las pertenencias de los ocupantes. Después, “hasta en camiones de la basura se llevaron nuestras cosas”.

En el operativo se pudo observar a los policías mientras sacaban a las personas del interior del inmueble y de las carpas que ocupaban en tramos de las calles de Roma, Milán y parte de la banqueta de la calle de Londres. Durante el desalojo hubo tensión, gritos, jaloneos y empujones entre policías, personas desalojadas y representantes de medios de comunicación que cubrían el hecho.

El predio estaba invadido desde hace varios años y ya había sido desalojado también por policías en la segunda mitad de 2015, pero posteriormente fue invadido de nuevo.

MAÑOSOS. El grupo de invasores se hizo pasar por damnificados del sismo del 19-S para exigir a las autoridades que les reconstruyan el predio que invadieron en la calle Roma, esto, a pesar de que ya presentaba fallas desde antes.

Por tal motivo, y mientras les daban respuesta, abrieron “un centro de acopio y albergue” sobre la calle Milán, donde pasaban las noches y recibían víveres y donativos de la gente.

En el lugar vivían 70 familias, según reportes de las autoridades,  en su mayoría menores de edad. Vivían hacinadas en casas de campaña y carpas que ocupaban junto a la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.

Vivir en la calle tenía un propósito, querían ser censados por la delegación Cuauhtémoc como damnificados y así recibir el apoyo que sólo les corresponde a las víctimas del sismo.