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Descaradas y desafiantes: las mujeres declaran la guerra a Trump

Aguerridas. Combaten desde todos los frentes: la Corte Suprema, gobernaturas y el Congreso. En el Partido Demócrata se pelean por ver quién se venga en las elecciones de 2020 del misógino y abusador presidente republicano

AGUERRIDAS. Combaten desde todos los frentes: la Corte Suprema, gobernaturas y el Congreso. En el Partido Demócrata se pelean por ver quién se venga en las elecciones de 2020 del misógino y abusador presidente republicano

Descaradas y desafiantes: las mujeres declaran la guerra a Trump

Descaradas y desafiantes: las mujeres declaran la guerra a Trump

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Lo que se vio durante el discurso del presidente de Estados Unidos, celebrado el martes de la semana pasada, confirmó con creces que la batalla para echar de la Casa Blanca al estafador inmobiliario y misógino Donald Trump es cosa de mujeres.

De hecho, fueron las mujeres las que robaron todo el protagonismo en una ceremonia tradicionalmente dedicada a la mayor gloria del presidente y a lucirse con su discurso a la nación. Si los gestos son las únicas armas posibles para una oposición silenciosa, las mujeres demócratas supieron aprovecharlas para atacar a Trump y a los conservadores republicanos que aplauden todas sus salidas de tono y sus mentiras.

A iniciativa de la congresista Lois Frankel, la mayoría de sus compañeras demócratas se vistieron de blanco para rendir homenaje a las mujeres que lucharon hasta lograr hace un siglo el sufragio universal en Estados Unidos. También se felicitaron por lograr un récord histórico de mujeres congresistas con un total de 127 legisladoras —102 en la Cámara de los Representantes y 25 en el Senado—, aunque este número sigue siendo aún menos del 25 por ciento del total de miembros del Congreso.

La niña guatemalteca

Tres de estas legisladoras dieron un paso más al frente en su desafío a la brutalidad del gobierno de Trump, cuando decidieron colgarse en sus sacos blancos un pin de Jakelin Caal Maquín, la niña guatemalteca que murió poco después de cruzar la frontera. La menor murió tras pasar dos días sin comer ni beber, debido a que su madre decidió pasar por una zona aislada del desierto, por temor a que la patrulla fronteriza la separase de su hija.

El pin no sólo era una denuncia contra la cruel política de tolerancia cero del mandatario contra la inmigración, sino contra su xenofobia y su racismo. No es casualidad que lo portaran tres mujeres de origen inmigrante: la hispana Alexandria Ocasio-Cortez y las dos primeras musulmanas legisladoras de la historia de EU, Rashida Tlaib e Ilhan Omar.

El video viral de Pelosi

La imagen de la que debería haber sido la noche de Trump se la robó otra mujer de blanco, la veterana Nancy Pelosi. Aprovechando su cargo de presidenta de la Cámara de Representantes, que le da derecho a oír el discurso sentada varios centímetros más arriba del presidente, Pelosi aplaudió exageradamente tras calificar Trump de “ridículo” el intento del Congreso de investigarlo por la trama rusa. Cuando logró que el mandatario se volteara, Pelosi siguió aplaudiendo con un gesto sarcástico que se hizo viral y que fue descrito así por un internauta: “Así es cómo una madre aplaude a su niño. Toda mamá conoce ese aplauso: ¡Buen chico, lo hiciste! Eres el pequeño inteligente de mami”.

El broche a una noche donde quedó patente el empoderamiento femenino lo puso Stacy Adams, la primera mujer negra que dio la réplica de la oposición al discurso del presidente. La excandidata a gobernadora de Georgia, que a punto estuvo de hacer historia tras quedarse a las puertas de la victoria en ese antiguo estado esclavista, fue contundente: “Necesitamos que Trump diga la verdad y respete la extraordinaria diversidad que define a EU”. En otras palabras, que deje de mentir sobre Rusia y que reprima su simpatía por los supremacistas blancos… al menos mientras gobierne.

El muro de la gobernadora

No acabó ahí la noche. Coincidiendo con el discurso de Trump, la gobernadora demócrata de Nuevo México, Michelle Luján, de padre hispano, lanzó un desafío al presidente, al ordenar el repliegue de las tropas de la Guardia Nacional en la frontera de su estado con México.

No satisfecha, colgó un video en el que, literalmente, derriba hasta tres muros, el último de ello con un retrato colgado del presidente, para denunciar que ella sí invierte el dinero en las cosas que importan, como infraestructuras, educación y salud.

Golpe en la Corte

Esta misma semana ocurrió otro hecho que dejó en evidencia la importancia de las mujeres en la batalla entre el progresismo y el conservadurismo machista.

La Corte Suprema de EU bloqueó una ley estatal en Luisiana —aprobada gracias a la mayoría republicana— que hacía prácticamente imposible a las mujeres allí residentes encontrar una clínica donde realizar un aborto. Pese a que fue el voto del presidente el que rompió el empate (5 a 4), no habría sido posible bloquear la ley de no ser por las tres mujeres que desde que fueron nombradas abogan por causas progesistas y defienden a las minorías: la veterana Ruth Bader Gonsburg, Elena Kagan, y Sonia Sotomayor, la primera hispana que llega a la máxima corte judicial.

Pelotón presidencial

Sin embargo, para calibrar el verdadero poder de las mujeres habrá que esperar a las primarias de 2020. De momento son ya cinco mujeres las que han anunciado que lucharán por la candidatura presidencial demócrata. La última, ayer mismo, Amy Klobuchar, y hace dos días, Elizabeth Warren, blanco de las burlas de Trump desde que la senadora californiana anunciara que lleva sangre nativa en sus venas (la llama Pocahontas).

Warren, que ayer mismo sugirió que Trump podría acabar en la cárcel, luego de declarar que en 2020 “puede que no sea un hombre libre”, se suma así a la senadora Kamala Harris, la representante Tulsi Gabbard y la autora Marianne Williamson, todas dispuestas a hacer la vida imposible al presidente, a demostrar lo dañino que es, y a convencer a los estadunidenses de que ha llegado la hora de que sean gobernados por una mujer.

fransink@outlook.com