Desde la ciudad amurallada

En el PRI se perfilan definiciones sobre la nueva dirigencia nacional. Todavía gobernador de Campeche, Alejandro Moreno ya anunció su intención de pedir licencia al Congreso local para participar en el proceso.

No sólo eso. Adelantó que su compañera de fórmula será la diputada federal Carolina Viggiano, esposa de Rubén Moreira exgobernador de Coahuila.

De hecho, Moreno ya tiene listas algunas líneas discursivas. Augura que Morena será “ave de paso", pues no en un instituto político sino un movimiento que depende de una sola persona.

El aspirante tiene 40 años y ya fue diputado, senador y es gobernador. Hace una apuesta alta. Dejará un poder seguro, en marcha, el gobierno de Campeche, por la oficina principal del viejo edificio de Insurgentes Norte, donde dicen que pululan los fantasmas políticos.

El concepto Solidaridad

Aunque ha tenido un perfil bajo en los medios, el dirigente nacional del Partido Encuentro Social, Hugo Eric Flores, lleva a cabo una febril operación política.

No sólo tiene entre sus manos el polvorín de la termoeléctrica de Huexca, en Morelos, sino que está tratando de revivir al PES, que ya había recibido sagrada sepultura política.

Las posibilidades de que el PES se levante y ande son escasas, incluso para un partido con pastores evangélicos en los controles.

Por si el milagro no se concreta, Flores ya tiene un Plan B: crear otro partido, uno que se llame Encuentro y Solidaridad

Este concepto, el de Solidaridad, se manejó mucho durante la administración de Carlos Salinas, igual y le piden que lo cambie.

Aguas turbulentas

La joven secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, navega por aguas turbulentas, pegadita a los riscos.

Está al frente de una dependencia que resulta muy apetitosa para varios de sus compañeros de partido.

Es probable que los vientos correspondan a fuego amigo, pues muchos políticos que no sólo son rudos, sino hasta salvajes, como los diputados de la CNTE adscritos a Morena, por nombrar a algunos, quieren en esa silla a alguien más afín a sus modos de entender la política.

A la secretaria se le ve cada día más inquieta, evita a la prensa, pues no quiere escuchar las mismas preguntas de siempre, sobre su padre y sobre su partido.

Lo que se dice es que le quieren poner la camita aunque no tenga sueño.

Un contexto adverso

El día que se formalizó el cambio de mandos en el Consejo Coordinador Empresarial, el Banco de México ajustó a la baja su previsión de crecimiento para el 2019.

Un escenario que ya era difícil adquiere una complejidad mayor.

Una relación funcional entre el gobierno y el empresariado, que conforme un escenario propicio para las inversiones productivas, es la única receta conocida para darle vuelta a la tortilla.

¿Podrán López Obrador y Carlos Salazar, el nuevo presidente del CCE, construir ese escenario?

Salazar Lomelí es uno de los mandos de Femsa, un grupo empresarial del lado de los rudos. Dicen que es un negociador férreo y que no dará pasos atrás en su trato con el gobierno. No pinta fácil.

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