Hace unos días concluyó la edición 14 del Festival Internacional de Cortometrajes, Shorts México, en el cual quien escribe este texto fue invitado a ser jurado de la sección de prensa en la competencia mexicana de ficción, por tal motivo abordaremos cuatro de los filmes participantes.

ArcángelDirectora: Ángeles Cruz Ganador del Premio de la Prensa. La cineasta y directora Ángeles Cruz lleva a su proyecto un abanico de emociones que mostró como actriz en la tierna y dolorosa Tamara y la Catarina. Utiliza con habilidad el lenguaje cinematográfico para revelar poco a poco las motivaciones de sus personajes. Nos presenta al excepcional Noé Hernández como un hombre que trata de encontrar un hogar de acogida para Patrocinia, una anciana de su comunidad que depende totalmente de él. El filme juega con nuestros propios prejuicios y nos hace pensar que se trata de un abandono egoísta; sin embargo, las imágenes (el corto tiene una fotografía muy emocional y sensible a la dura situación de los personajes) nos van desvelando que en realidad el campesino está perdiendo la vista. Se trata de un filme cuidado en edición y sonido, que sin ser punzante hacia las cuestiones sociales, hace una crítica certera hacia la burocracia en el país, que pone en evidencia la hipocresía de los turistas que toman fotografías sobre la pobreza sin entenderla, pero sobre todas las cosas es una historia sobre los límites del amor. Uno de los cortometrajes mexicanos más bellos, capaces de apretujar el corazón.La bruja del fósforo paseanteDirectora: Sofía Carrillo Mención especial del premio de la prensa. Sofía Carrillo forma parte de una generación dorada de animadores en México, especialmente en la técnica del stop motion; sin embargo, ahora nos da una demostración de sus capacidades para dirigir a personas. Fiel a su estilo de lo fantástico, nos presenta una historia que es homenaje al cine de la Época de Oro en la textura y color del filme; a los mitos y leyendas y al realismo mágico. Sin utilizar palabras nos cuenta cómo Agustina, quien en las noches se transforma en una temible bruja, trata de detener la boda de su hijo con una chica llamada Emilia; sin embargo, la chica no está sola y tiene a su propia bruja para abatir las amenazas. Un corto impresionante por su propuesta artística, por su naturalismo y estética del horror. Nos regala una memorable confrontación llena de simbolismos propios del imaginario mexicano, pero también con una historia coherente que nos hace recordar las palabras de nuestros abuelos. El trabajo de edición marca un ritmo hipnótico y la fotografía nos sumerge a los abismos de la oscuridad. Una pieza que también corona el buen momento del cine fantástico mexicano.Las desaparecidasDirectora:
Astrid DomínguezMención especial del premio de la prensa. Una gran parte de las propuestas de los realizadores en la competencia tenía un sentido social, la preocupación de los realizadores por su entorno es evidente y muchos trataron de hacer una reflexión sobre la violencia, el narcotráfico y las ­desapariciones. Sin embargo, aunque destacaron cortometrajes como La Siberia, el más fuerte por su manejo de la emoción y contundencia del mensaje fue esta propuesta de Astrid Domínguez, quien utiliza el recurso del flash back para contarnos la crónica de algunas desapariciones, partiendo del caso de una madre que lucha por obtener justicia por el asesinato de su hija, cuyo cuerpo fue encontrado torturado, mutilado y tirado en la calle. Debido a la negligencia e indiferencia de la policía, se embarca en la búsqueda de justicia poniendo su propia vida en peligro. Gran parte de  los efectos dramáticos se deben a la impresionante interpretación de la mamá, pues en escenas de pocos segundos nos transmite dolor, frustración, coraje y amor, de una forma desgarradora. Si bien tiene una crítica obvia al sistema de justicia, cumple su objetivo de dar un poderoso mensaje sobre la pérdida y la impotencia de formar parte de una sociedad cruel.Playa GaviotasDirector:
Eduardo EsquivelGanador a Mejor Cortometraje Mexicano de Ficción en la competencia principal. Con un presupuesto claramente limitado, el cineasta se las ingenia para explotar sus recursos con cierto ingenio. Recurre a una fórmula probada en la que dos extraños cruzan sus caminos como por magia del destino, y ese encuentro los lleva a enfrentar sus emociones. En este caso se trata de una adolescente que escapa de su casa tras un aborto casero y un hombre solitario y deprimido por la muerte de su madre. Los personajes se acompañan y casi sin decir palabras tienen un viaje emocional mientras el hombre trata de arrojar las cenizas de su madre al mar. Si bien tiene una argumentación poética, el filme no alcanza a tener el poder emocional que debería. Esto se debe a la química intermitente entre los personajes, a quienes tardamos en reconocer sus situaciones, es decir, tiene un comienzo muy ambiguo y culmina con una reflexión sobre la soledad y el desapego, lo suficiente para conmover un poco. Lo más admirable es el manejo de sus recursos en una historia, que pudo tener mayor profundidad dramática; sin embargo, nos envía el mensaje de que la creatividad es una herramienta poderosa en el cine.