A unas horas para iniciar la operación de entrada de ayuda humanitaria en Venezuela, ideada por la oposición antichavista, la tensión en las fronteras del país es enorme. Este viernes, efectivos del ejército venezolano mataron a dos indígenas e hirieron a otros 15 que trataban de impedirles el paso cerca de la frontera con Brasil.

Los hechos ocurrieron en el estado de Bolívar, cuando los indígenas pemones de la comunidad kumarakapay se enfrentaron a militares para impedir el bloqueo de la ayuda humanitaria que se acopia en el estado brasileño de Roraima y que el régimen de Nicolás Maduro se niega a aceptar.

De los 15 heridos de bala, hay al menos tres en estado grave, según indicó el diputado opositor Américo De Grazia. El parlamentario aseguró que los indígenas mantienen retenido al general José Montoya, y denunció que el régimen tratará de culpar a la oposición de lo ocurrido.

La frontera con Brasil es uno de los puntos por donde podría entrar este sábado ayuda humanitaria, según el plan del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.

CONTENEDORES SOLDADOS. El punto clave es el paso del puente de Tienditas, que separa Táchira, en Venezuela, y Cúcuta, en Colombia. Precisamente, allí, la madrugada del viernes, Maduro ordenó soldar al asfalto los contenedores que instaló la semana pasada para bloquear el paso por la carretera.

Lo denunció la Migración colombiana, que agregó que este hecho sirve como metáfora de cómo Maduro “se aferra” al poder.

RESPONSABILIDAD MILITAR. Guaidó ha tejido una red de casi un millón de voluntarios para tratar de forzar la entrada de la ayuda humanitaria hoy en Venezuela. Ante esta situación, Maduro cerró las fronteras con Brasil y con las Antillas Holandesas, y ordenó reforzar la presencia militar en los pasos fronterizos.

Un alto funcionario de EU aseguró ayer que si la situación terminara en un “derramamiento de sangre”, consideraría responsables a los militares y a “sus guardias cubanos”.