Opinión

El beneficio de la fe

El beneficio de la fe

El beneficio de la fe

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La fe es un concepto intangible que ha existido en todas las culturas desde el principio de la humanidad. En los inicios fue el politeísmo lo que prevaleció, y posteriormente, se asentó el monoteísmo.

El ser humano siempre ha utilizado la fe como un salvavidas ante la presencia de lo desconocido en su vida y la impotencia para resolver sus problemas.

Lo crucial es de qué forma se utiliza la fe. Porque son muchas las barbaridades que se han cometido a través de la historia en nombre de la fe, así como los grandes sacrificios que se han hecho por ella.

Nuevamente el libre albedrío inclina al hombre a elegir, entre ser mejor persona, o utilizar la fe como una excusa para dañar a sus semejantes.

La fuerza inmensa que nos mueve cuando atravesamos momentos difíciles en nuestra vida, proviene de la fe. Sin importar la religión que profesemos o cómo llamemos al Ser Supremo, nuestra unión con ÉL nos ayuda a sobrepasar las pruebas que debemos transitar, y que sin Su ayuda sentimos que nos sobrepasarían, desequilibrándonos.

Quien tiene fe sabe que todo tiene un propósito divino en su vida, hasta lo que se cree inadecuado. También sabe que Dios NO quita de su camino los problemas, pero le da fuerza y aliento para sobrepasarlos.

La fe nos inclina a creer en la trascendencia de nuestro espíritu, aún después de la muerte física.

La fe es un bastión invaluable con el que contamos para protegernos en el transcurso de nuestra vida. No necesitamos amuletos, sortilegios, ni prestidigitadores, lo único que necesitamos es fe y aceptación en la existencia de un poder superior e incomprensible para nosotros, que creemos nos conduce por el camino del bien, y que sintiendo la seguridad de Su protección, nos transforma en seres más valientes, despojados de miedo y capaces de sobrepasar nuestros propios límites, obteniendo fuerzas desconocidas para nosotros mismos.

La fe se obtiene y se acrecienta caminando hacia ella. Concientizando cuantos “milagros” nos rodean y cuántos nos han permitido llegar hasta este momento de nuestra vida.

Si alguna vez tuviste fe y la perdiste, sabe que sin importar el tiempo que haya transcurrido podrás recuperarla, pero hay que dar el primer paso. No te preocupes, la Divinidad es eterna y siempre estará ahí para ti.

Existen dos formas de enfrentar los problemas en la vida. Una es con Dios y la otra es nosotros solos. En la última opción cargamos con el mundo a cuestas. Cuando por nosotros mismos tratamos de resolver todos los problemas, en realidad nos sobrecargamos de responsabilidades que nos producen estrés, ya que, aunque nos sintamos capaces de poder realizar cualquier tarea, con frecuencia nos desesperamos de la carga que nos exige esfuerzo y trabajo, tanto, que en ocasiones acabamos malhumorados o hasta enfermos.

En cambio, cuando tenemos fe en algo infinitamente superior, pedimos Su ayuda y sabemos que Él nos aligerará la carga, recordándonos que nunca estamos solos.

Por lo tanto, mi opinión es, que hasta por conveniencia es mejor tener fe que carecer de ella.

Mail: corzoalma17@yahoo.com