Metrópoli

El Benito Juárez, otro mercado abandonado

En el centro de abasto, ubicado en la alcaldía de Coyoacán, sólo hay tres comercios abiertos; el resto, cerrado.

En el centro de abasto, ubicado en la alcaldía de Coyoacán, sólo hay tres comercios abiertos; el resto, cerrado.

El Benito Juárez, otro mercado abandonado

El Benito Juárez, otro mercado abandonado

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Aquí, en el Mercado Benito Juárez, no hay verdura, fruta ni abarrotes o bisutería. Huele a soledad y a orines de perro... Un canino huesudo es el único que merodea los pasillos del sitio, señal del abandono y las condiciones en las que se encuentra el sitio inaugurado hace 35 años por el entonces Jefe del Departamento del Distrito Federal, Manuel Aguilera.

A la distancia, un comensal husmea de local en local, de pasillo en pasillo.

—Es que tengo que comprar huevo —dice para justificar su curiosidad.

—Pues casi todos los locales están cerrados —le indica el reportero.

—Es lo que veo, no hay nada de nada.

Al menos una voz que rompe el silencio en este centro de abasto semiabandonado de la colonia Pedregal de Santo Domingo, a espaldas del Metro Universidad.

En unos minutos, ya sólo quedará el perro y don Lucio, un vendedor de semillas que se niega a cerrar su establecimiento con el argumento de que “las cosas tendrán que mejorar”.

La mayoría de los locales del Mercado Benito Juárez, ubicado en la alcaldía Coyoacán, se encuentra cerrado. Actualmente  solos subsisten tres negocios: el de Lucio, la carnicería de Martha y el de comida corrida.

Por eso todos los días se encomiendan a la virgen de Guadalupe que se encuentra al interior del mercado; incluso no le faltan las flores para que los ilumine y los proteja de las malas intenciones.

En el sitio, los servicios de agua y energía eléctrica ya ni siquiera existen.  Los únicos locatarios que siguen trabajando en el lugar explicaron a Crónica que el mercado fue construido con dinero de los mismos vendedores y el apoyo de la delegación, pero actualmente, contaron, muchos abandonaron sus puestos, no han abierto desde hace más de 10 años.

Los sobrevivientes comentaron que los administradores no tuvieron o tienen la intención de rescatar el lugar.

Lucio vende materias primas (semillas, hojas de tamal, dulces, entre otros productos) y a sus 84 años no pierde las esperanzas de que el mercado vuelva a generar ganancias como cuando inició a operar.

Aseguró que él fue uno de los comerciantes que invirtió dinero para su construcción y hasta el día de hoy sobrevive con lo poco que vende.

“Los servicios de agua y de luz los tuvimos que cancelar porque nos cobraban mucho y solo somos tres personas que seguimos vendiendo aquí, ahora tenemos que hablarle a una pipa y llenar tambos para el baño y para limpiar, además muchos dejaron sucios sus locales y se meten insectos o llega a oler mal”, detalló el señor.

El mercado cuenta con la planta baja y un primer piso en el que se encuentra la oficina del administrador, también cerrada y sin operar; además, ningún local está abierto en esa parte; según otra locataria, la administración estaba bajo la alcaldía Coyoacán pero hasta el día de hoy ninguna autoridad se ha acercado a los afectados.

Incluso los vendedores han mandado oficios y se han presentado en la alcaldía para que se les pueda apoyar con la situación, pero según su versión no son tomados en cuenta para que se rescate el lugar.

“Hemos ido hasta al Gobierno de la Ciudad de México esperando que alguien nos pueda ayudar. El mercado fue un hito, llegó a ser la fuente de consumo de la zona, pero ahora nadie se para aquí, no vendemos y eso nos afecta porque es lo único que he hecho toda mi vida, desde que tengo 13 años ayudo a mi familia a vender pollo, ahora que estoy sola no sé cómo hacerle”, detalló Martha, otra de las vendedoras del mercado.

Los locatarios también piden a las autoridades que quienes son dueños de otros puestos que hoy en día siguen cerrados vuelvan a atenderlos o por lo menos los pongan en venta para que el mercado vuelva a operar de manera continua.