Metrópoli

"El Congreso no puede parar", dicen legisladores que vuelven a su curul aun con miedo al COVID-19

Como hecho histórico y sin precedentes, las diferentes facciones parlamentarias, por fin coincidieron y aprobaron por unanimidad la reforma al Reglamento y a la Ley Orgánica del Órgano Legislativo, por medio de la cual se podrá sesionar virtualmente durante todo el tiempo que la pandemia de COVID-19 se alargue.

"El Congreso no puede parar", dicen legisladores que vuelven a su curul aun con miedo al COVID-19

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

"El congreso no puede parar", "Era nuestra obligación", fueron algunas de las primeras palabras que pudieron escucharse de viva voz de legisladores como Mauricio Tabe, coordinador del PAN y Jorge Gaviño del PRD, palabras dichas, sobre las escalinatas de un Congreso capitalino, cuyas puertas permanecieron cerradas durante dos meses.

Uno a uno, los legisladores se dieron cita puntual en el recinto, los reporteros y las cámaras estaban ahí como de costumbre, el edificio del congreso continuaba ahí, pero el aire que se respiraba en el sitio era diferente, pues denotaba una extraña mezcla entre temor, compromiso y precaución ante un enemigo invisible.

El COVID-19, tendría que ser el único personaje ante el cual nadie quería encontrarse, ni por equivocación y que por ningún motivo podría ocupar un curul en la sesión ordinaria de este martes 19 de mayo.

Algunos diputados a pie, otros más intrépidos como Tabe en bicicleta, fueron llegando poco a poco con careta y cubrebocas en mano, aunque algunos desprevenidos sin ningún tipo de armamento para enfrentar al mortal virus que tiene al país y al mundo entero paralizado.

Para la cita de los diputados en el recinto de Donceles, no importó si combinaba o no el color de su cubrebocas con la corbata o el vestido, pues el fin era no contagiarse, no obstante, los más detallistas mostraron una perfecta armonía, dando cuenta que el cubrebocas ya pasó a formar un elemento clave en su guardarropas.

Desde las 10 horas comenzó el ingreso, el diputado morenista Eduardo Santillán llegó saludando a las cámaras que lo fotografiaban, seguido de su camarada Rigoberto Salgado con una sonrisa que salía de oreja a oreja dejando ver que pese a la pandemia amaneció de buenas.

Mientras que los panistas entraron recordando la ilegalidad de sesiones virtuales pasadas, pero confiados en aprobar un documento que permita palear la crisis.

Llegaron casi todos, salvo algunas excepciones como Alessandra Rojo del Partido Verde,a quien su convicción de madre le obligó a permanecer al cuidado de sus dos pequeños y recién nacidos hijos, o el panista Héctor Barrera que mantiene una contundente lucha contra el coronavirus que lo imposibilita de sus responsabilidad legislativa.

A la entrada, riguroso como reloj suizo, un integrante de seguridad era el encargado de tomar la temperatura y brindar abundante gel antibacterial a cualquiera que ingresara, seguido de una desinfección de calzado que daba paso al segundo filtro donde eran entregadas caretas plásticas a los legisladores.

Dentro del pleno legislativo la historia no fue distinta, entre legislador y legislador existía un metro de distancia, el acceso al recinto fue controlado, los famosos chacaleos en el recinto se terminaron al igual que las cientos de fotografías en el pleno.

Sin embargo, como hecho histórico y sin precedentes, las diferentes facciones parlamentarias, por fin coincidieron y aprobaron por unanimidad la reforma al Reglamento y a la Ley Orgánica del Órgano Legislativo, por medio de la cual se podrá sesionar virtualmente durante todo el tiempo que la pandemia de COVID-19 se alargue.

ijsm