Metrópoli

El día después: sin huellas de la batalla; feministas serán recibidas por Sheinbaum

La respuesta del gobierno de Claudia Sheinbaum (quien tuvo reunión con las mujeres que conforman su gabinete) fue instruir a que se abran, desde hoy, reuniones con feministas.

El día después: sin huellas de la batalla; feministas serán recibidas por Sheinbaum

El día después: sin huellas de la batalla; feministas serán recibidas por Sheinbaum

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Al final del día, los nombres de las chicas muertas o ausentes desaparecieron. Las brigadas de limpia nocturnas y madrugadoras dejaron casi todo impecable. El Metrobús  y la estación del Metro Insurgentes operaron con normalidad y las huellas de la batalla y de las pintas en ese punto pudieron ser removidos con productos corrosivos. Historia diferente la del Ángel de la Independencia, el cual deberá restaurarse de otra manera.

La respuesta del gobierno de Claudia Sheinbaum (quien tuvo reunión con las mujeres que conforman su gabinete) fue instruir a que se abran, desde hoy, reuniones con feministas.

Un día después. “Yo sí les creo, yo sí les creo”, fue el grito de cientos de mujeres que salieron el viernes a tomar las calles de la capital del país bajo la firme consigna de evidenciar el hartazgo frente a la ineficacia e incapacidad de las autoridades para frenar la creciente ola de feminicidios y abusos sexuales.

Pero los miles de nombres y rostros de las mujeres fueron opacados por partida doble. El viernes, quedaron en segundo plano ante grupos radicales que generaron una violencia pocas veces vista.

Al caer la mañana, nombres y rostros de las víctimas de la violencia de género quedaron en el olvido al ser retirados por los equipos de limpia. Las paredes fueron limpiadas, los vidrios rotos fueron retirados y sustituidos y poco a poco la normalidad de la CDMX se fue restableciendo.

Por las calles se sigue escuchando lo que los hombres suponen que son piropos, en realidad alusiones mal intencionadas y hostigosas; las miradas de hombres acechantes permanecen; y en el Metro y el Metrobús, los hombres continúan invadiendo los vagones designados para uso exclusivo de las mujeres.

“Deja de quejarte como niña” y “tenías que ser mujer”, son frases que continúan escuchándose en restaurantes de la zona que, un día antes, fue un campo de batalla.

Mientras tanto, Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, se pronunció en contra de las manifestaciones violentas y descalificó cualquier tipo de agresión como forma de defensa de la equidad. Resaltó que no caería en provocaciones y dijo que las graves afectaciones a edificios públicos serían investigadas por la Procuraduría local.

“Sobre las manifestaciones del día de hoy, respetamos a la mayoría que lo hicieron de manera pacífica, para ellas las puertas de la Ciudad de México están siempre abiertas para el diálogo franco; sin embargo, no se puede justificar la violencia de unas y unos cuantos que sólo empañan la defensa de los derechos de las mujeres. La violencia no se combate con violencia”, manifestó el viernes por la noche, luego de los actos vandálicos suscitados.

Por su parte, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSCCDMX) dio a conocer que resultaron heridas 34 personas, de las cuales sólo 16 tuvieron que ser trasladadas a algún hospital, de ellos 13 son policías, dos civiles y un bombero.

Los daños y destrozos ocasionados por mujeres encapuchadas y armadas con diamantina, pintura en aerosol y hasta con martillos en la estación Insurgentes del Metrobús ascienden a un millón de pesos y tras 12 horas de trabajos de limpieza se logró reanudar el servicio este sábado, de la estación de la Línea uno.

El Ángel de la independencia que quedó grafiteado con frases como  “No es arte, es Estado”, “Estado feminicida”, “Mata a tu violador”, “Cerdos violadores” y “México feminicida”, fue cercado por tiempo indefinido la tarde del día de ayer para su restauración y limpieza, mientras que los daños fueron calificados como irreversibles por autoridades de la Secretaría de Cultura capitalina.

A pesar de todo ello y pasada la tormenta, lo que dijo el jefe de la Policía, Jesús Orta, es que su corporación no se vio rebasada  y hasta se jactaron de haber obtenido un saldo blanco (dejando de lado a los lesionados).

Las imágenes y videos que circulan en redes dan muestra de una realidad totalmente diferente y hay en el aire de la ciudad una duda: la de si las próximas manifestaciones serán igualmente violentas.