El expresidente de Perú, Alan García, murió ayer luego de que se disparara en la cabeza cuando agentes policiales cumplían una orden para detenerlo en su residencia del distrito de Miraflores, en Lima, por su supuesta implicación en delitos de corrupción derivados de la crisis del caso Odebrecht.

Se trataba del cumplimiento de una orden de arresto preliminar de 10 días por las acusaciones de haber recibido pagos ilegales de la polémica constructora brasileña, acusada de sobornar a decenas de funcionarios públicos en varios países de América Latina con el fin de lograr jugosos contratos de proyectos de infraestructura.

La orden se emitió a pedido del fiscal José Domingo Pérez, después de que el domingo pasado se difundiera que Odebrecht, en el marco del acuerdo de colaboración que mantiene con la Justicia peruana, reveló que el exsecretario presidencial Luis Nava, y su hijo José Nava, recibieron 4 millones de dólares de la empresa para lograr el contrato de construcción de la Línea 1 del Metro de Lima, y de lo cual el exmandatario tenía conocimiento.

TRAUMA. Alan García, de 69 años, fue llevado al Hospital Casimiro Ulloa tras dispararse en la cabeza cerca de las 06:00 horas locales, luego de encerrarse en la habitación de su casa. Fuentes médicas confirmaron que el exmandatario sufrió un traumatismo por arma de fuego en el lado derecho del cráneo con orificio de entrada y de salida.

El parte médico refiere que en medio de su estado de gravedad, García sufrió tres paros cardiorespiratorios, tras lo cual falleció.

VERSIÓN. El ministro del Interior, Carlos Morán, dijo en rueda de prensa que cuando los agentes policiales llegaron a la casa del expresidente para arrestarlo, éste pidió que le dieran un tiempo para hablar con su abogado. Luego subió a su habitación, donde se encerró. Minutos después, los agentes indicaron que se escuchó un disparo y tras forzar la puerta, encontraron a García sentado con un disparo en la cabeza, según destacó la cadena Univisión.

“Esta mañana ha sucedido este lamentable accidente: el presidente tomó la decisión de dispararse”, informó a periodistas frente al centro médico su abogado Erasmo Reyna.

Junto a García, también se ordenó la detención de Luis Nava, secretario presidencial bajo el gobierno del líder del Partido Aprista Peruano, y Miguel Atala, ambos estrechos colaboradores del expresidente y señalados como sus testaferros.

BAJO LA LUPA. Por el escándalo de Odebrecht, sólo en Perú también son investigados los expresidentes Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, quien también tuvo que ser hospitalizado este miércoles por sufrir una crisis de tensión alta.

Kuczynski fue detenido hace unos días mientras es investigado por haber presuntamente recibido 782 mil dólares en sobornos de Odebrecht. El político de 80 años renunció a su cargo de congresista.