Opinión

El factor Trump

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El factor Trump

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Estos días de mayo han estado marcados por un constante diluvio de noticias sobre lo que ocurre en Estados Unidos en torno a Donald Trump. El martes de la semana que recién concluyó, antes de entrar a una prisión de mínima seguridad en la frontera entre Nueva York y Pensilvania, Michael Cohen, el “chalán” de Trump que lo sacó de tantos problemas en más de diez años de trabajar para él, informó que entre las cosas que hizo para su patrón fue “encargarse” de las fotografías eróticas de uno de los principales líderes de iglesias evangélicas de EU.

Unas horas después, The New York Times daba a conocer parte de la historia fiscal de Trump. En diez años de actividad empresarial reportó pérdidas del orden de 500 mil millones de dólares, a pesar de lo cual distintos bancos europeos (Deutsche Bank) y de EU (Capital One) seguían dispuestos a prestarle cantidades demenciales de dinero para sus proyectos inmobiliarios o de otro tipo.

Ello ocurría en momentos en que Trump iniciaba una nueva ronda de sus guerras arancelarias contra China y México. Al país oriental le impuso un aumento de aranceles que afecta todo lo que EU compre de ese país. Contra México canceló una exención que le permitía a los productores mexicanos de jitomate vender el fruto de su trabajo sin enfrentar aranceles extraordinarios. Eso se acabó.

No es gratuito que estas cosas ocurran casi al mismo tiempo que los demócratas se preparan a decantarse por alguno de los 20 precandidatos presidenciales que creen tener lo necesario para vencer a Bernie Sanders o a Joe Biden, los punteros para la nominación en ese partido, para luego enfrentar a Trump en la elección general de 2020.

En la medida que se conozcan más detalles de la fraudulenta carrera de Trump como empresario y de la investigación hecha por Robert Mueller sobre la interferencia rusa en las elecciones de nuestros vecinos en 2016, Trump recurrirá más y más a los aranceles y otros mecanismos similares para presentarse como víctima de los ataques de demócratas más preocupados por defender otras cosas que su país.

La situación exigirá lo mejor de nuestros políticos y diplomáticos. El tipo de problemas que enfrenta EU en la actualidad se agravarán por la manera en que Trump decidió recortar los impuestos para los más ricos, lo que implicó golpear a las personas que más necesitan de la inversión de recursos públicos. Usará a los millones de mexicanos, documentados e indocumentados, que viven en EU para golpearlos y atacarlos y no sería difícil que la confrontación incluyera también a los obispos católicos de la frontera común con México, que son quienes han asumido mucha de la responsabilidad de atender a los migrantes que tratan de recibir asilo en EU.

Son tiempos difíciles en los que todo lo que EU diga acerca de los derechos humanos y la compasión, deberá tomarse —como dicen en inglés— con “un gran de sal”, pues todo forma parte de una elaborada coreografía para garantizar que Trump gane en 2020. No dudemos, ni por un momento, que las incursiones de piquetes de tropas regulares, de policías o de milicianos privados en la frontera mexicana se repitan para ver si el Ejército Mexicano los arresta o si se intercambian disparos y generar un conflicto más grave con México.

Son tiempos que deberían servirnos para entender que no tiene sentido alguno sembrar mayores discordias o desconfianzas entre los mexicanos. Nos basta con lo que Trump y su gente nos tienen preparado en los próximos meses que, no lo dudemos, serán los peores desde la guerra de 1846-48.

manuelggranados@gmail.com