Jarro de agua fría del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la solicitud del nuevo gobierno argentino de renegociar en mejores condiciones la devolución del préstamo que concedió el organismo financiero al anterior gobierno de Mauricio Macri.

“La capacidad del FMI para reestructurar su deuda, para posponer reembolsos o recompras está limitada por nuestros marcos de políticas”, declaró ayer el portavoz del Fondo, Gerry Rice, durante una rueda de prensa en Washington. “No se trata solo de Argentina”, advirtió, en un tono que refleja el malestar por las recientes críticas vertidas por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y por el nuevo ministro de Finanzas de Argentina: Martín Guzmán, quien directamente culpó de la crisis de deuda argentina al Fondo, por exigir una política de ajuste fiscal que terminó en recesión. Guzmán advirtió también que los mercados no deben esperar una política de ajuste fiscal al menos hasta 2023, porque un calendario diferente implicaría más recesión y menos recursos para estabilizar la economía y, finalmente, pagar las deudas mediante un plan “sustentable”.

Los mercados tomaron nota de las declaraciones de Guzmán con una fuerte subida del riesgo país argentino del 7%, hasta los 2,087 puntos, mientras que la Bolsa de Buenos Aires caía más de 4% al cierre de la rueda y las acciones de los bancos argentinos se hundían 7% en Wall Street.

Mientras tanto, miles de personas se congregaron ayer en el centro de Buenos Aires convocados por los sindicatos y organizaciones estudiantiles para marchar contra el FMI y para apoyar al gobierno.

¿RECATE BRASILEÑO? El presidente Jair Bolsonaro anunció ayer se mostró ayer dispuesto a ayudar a Argentina que evaluará un posible apoyo de Brasil a la renegociación de la deuda Argentina con el FMI.“Pasamos (el asunto) al Ministerio de Economía y ellos van a decidir", declaró Bolsonaro, tras reunirse con el canciller argentino Felipe Solá.