El gobierno desató “una persecución fascista”
Congresistas del Partido Aprista Peruano (PAP), del expresidente Alan García, quien se suicidó ayer de un disparo en la cabeza con un arma de fuego cuando iba a ser detenido por orden judicial, culparon a la Fiscalía por la trágica decisión de su líder.
Las primeras declaraciones de los líderes apristas volvieron a denunciar una persecución en su contra. Sus partidarios convocaron a una concentración en la Casa del Pueblo, sede del partido.
El congresista Mauricio Mulder describió el suicidio de García como “un acto de honor” y criticó a las autoridades judiciales del país sudamericano por encabezar “una persecución fascista” y “enfermiza”. “La historia de sus biografías quedará escrita en páginas muy escondidas y letras muy pequeñas”, agregó.
Por su parte, el excanciller Luis Gonzales Posada acusó a la Fiscalía de querer apresar arbitrariamente a políticos sin un debido proceso, y la excongresista y exministra del Interior Mercedes Cabanillas coincidió en acusar al Ministerio Público de abusar de su autonomía para perseguir a personajes como García. “Es el resultado de un pérfido, malévolo y abusivo atropello de una Fiscalía que puede meter preso a quien le da la gana”, manifestó el también excongresista.
Tras conocerse la situación, grupos de militantes apristas llegaron hasta las afueras del hospital y protagonizaron altercados con la policía mientras acusaban a la Fiscalía y a medios de comunicación de haber presionado a Alan García con sus denuncias.
En tanto, la excongresista y exministra del Interior, Mercedes Cabanillas, coincidió en acusar al Ministerio Público de abusar de su autonomía para perseguir a personajes como García y “encubrir” a otros como la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán, quien también está siendo investigada por el caso Odebrecht en Perú.