Toca el turno en el orden al bate, de acuerdo con lo establecido en el Artículo 69 Constitucional, al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se declara listo para volarse la barda en la presentación de su Primer Informe de Gobierno.

Desde la Constitución de 1857 se estableció que el Jefe del Ejecutivo en turno debía presentar, ante el Congreso de la Unión, un informe del estado que guarda la administración pública federal.

Época de guerras externas e intestinas, de reformas y contrarreformas, no fue fácil acatar la norma, hasta que la retomó el Constituyente de 1917.

A mediados del siglo pasado, en los años de la preeminencia del partido único, la obligación de informar se convirtió en un ritual para alabar, vitorear y adular al Presidente.

Todos los informes eran iguales, diseñados exclusivamente para el lucimiento del Jefe del Ejecutivo, en una suerte de monólogo ininteligible, aburrido e irritante para los gobernados.

Cada informe, como si fueran hechos a destajo, recitaba la misma retahíla de mentiras para marear a los ciudadanos.

Datos, frases y lugares comunes inconexos y desvinculados de la realidad en peroratas de hasta siete horas.

Con el nuevo milenio y la alternancia en el poder, vinieron los pleitos en el Legislativo que terminaron por modificar el Artículo 69 Constitucional.

Así, en agosto de 2008, se acabó la pasarela del Presidente en el Congreso, pero se conservó la obligación de presentar, sólo por escrito, el Informe de Gobierno.

Desde entonces, los secretarios de Gobernación entregan los informes presidenciales al Congreso de la Unión, como lo hará la Dra. Olga Sánchez Cordero el próximo 1 de septiembre.

Antes, el Presidente dará lectura a su Primer Informe de Gobierno, en punto de las 11:00 horas, en Palacio Nacional.

Pero el que rendirá Andrés Manuel López Obrador es un Informe de Gobierno sin precedente en México.

Es el primero que emite un Presidente de izquierda, el más legitimado por la cantidad de votos obtenidos y, en consecuencia, el más esperado de los últimos tiempos.

Pero lo más relevante, sin duda, será su contenido, pues la expectativa es conocer los avances alcanzados para reconstruir un país sumido en la desigualdad, herido por la delincuencia, destrozado por la impunidad, despojado por la corrupción y al borde del colapso por la injusticia.

ÉEsa es la herencia del régimen anterior que le dejaron al presidente López Obrador y el enorme reto que tiene por revertir.

Después de un siglo de simulaciones, el del próximo 1 de septiembre se perfila como el primer Informe de Gobierno que le dice la verdad a los ciudadanos y documenta el principio de un cambio de régimen en beneficio de la mayoría. Escuchemos y valoremos el mensaje.

*Alcalde de Miguel HidalgoTr: @vromog