Cultura

“El lenguaje femenino es una herramienta más poderosa que el lenguaje inclusivo”

En la lucha feminista se podría invisibilizar por completo a los hombres con una estrategia gramatical que ha estado siempre ahí, pero no la usamos, señala Concepción Company, Premio Crónica

“El lenguaje femenino es una herramienta más poderosa que el lenguaje inclusivo”

“El lenguaje femenino es una herramienta más poderosa que el lenguaje inclusivo”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Si digo “todas tenemos sentimientos”, los hombres quedan excluidos de esa oración. Si inicio esta conferencia diciendo “sean bienvenidas todas”, los hombres no habrán sido bienvenidos; si digo “el Congreso está conformado por diputadas y senadoras”, se excluye también a los hombres.

Éstos son ejemplos utilizados por Concepción Company Company, miembro de El Colegio Nacional y Premio Crónica, para exponer que el poder del femenino en el lenguaje es una herramienta más útil para las mujeres que el lenguaje inclusivo: podríamos invisibilizar por completo a los hombres con una estrategia gramatical que ha estado siempre ahí, aunque no la usamos, quizá por que queremos ser iguales no empoderarnos, señaló.

“Si queremos empoderarnos tenemos una herramienta muy simple que es usar sólo femenino y los hombres desaparecen del discurso de la narrativa, y al desaparecer del discurso, y con ese principio de cosmovisión filosófica de que en el principio fue la palabra, desaparecen de las palabras y, por lo tanto, del imaginario”, señaló la lingüista durante la videoconferencia “El poder del femenino”, impartida en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

La filóloga de la UNAM y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua explicó que en nuestro lenguaje el masculino no excluye al femenino, pero si usamos sólo el femenino automáticamente los hombres se invisibilizan. “Es una herramienta de muy poderosa y la tenemos desde hace dos mil años, pero no la explotamos (…) si las feministas quieren empoderarse pueden hacer uso de ella en vez de usar códigos especiales”.

El poder del femenino es un asunto del género femenino, sin embargo, la gramática no es binaria: el femenino no es “a” y el masculino no es “o”. Sólo un 5% de la lengua española se puede alternar masculino con femenino.

Adicionalmente, recordó que la sexualidad así como las identidades sexogenéricas distan también de ser binarias. Es por lo tanto que el lenguaje se puede resemantizar por lo cual la comunidad LGBTTIQA emplea la “e” para codificar a personas de género no binario.

La académica historiadora de la lengua apuntó también que la gramática es una sedimentación de convenciones habladas generaciones atrás, por lo cual no puede cambiar de un día para otro.

“Es una herencia milenaria y tendrían que ponerse de acuerdo 500 millones de hispanohablantes en que todos los días, a todas horas, para decir ‘estimadas y estimados’. Habría que desdoblar todo el lenguaje y quizá nuestros tataratararanietos tengan un código alternativo ya incluyente: hoy se tendrían que poner de acuerdo en que hay que decir ‘nosotres mismes, todes’ y, a lo mejor dentro de unos 200 años, ese código, en aras de esta resemantización arbitraria, logre codificar esa ‘e’. No hay nada que lo impida, pero yo, que llevo 40 años viendo los cambios lingüísticos, lo que veo es que la lengua cambia muy poco”.

Por otra parte, la investigadora mencionó que la escritura incluyente que emplea “x” o “@“ es elitista puesto que está en otro nivel de las experimentaciones orales. “‘Queridxs todxs’ me parece elitista porque la oralidad tiene prioridad biológica, todos nacemos con la capacidad de hablar una lengua y hay que pasar por una escuela para aprender a escribir y a leer, pero no para hablar (…) Es bastante superficial eso del ‘todxs’, porque depende de entrenamiento escolar y de desarrollos tecnológicos”.

MUCHO RUIDO, POCAS NUECES. Concepción Company Company insistió en que el tema del lenguaje incluyente genera mucho ruido y pasiones que poco abonan para combatir el problema real. “Las nueces que saca son poquísimas y hace olvidar el verdadero problema la gran inequidad social, brechas salariales, discriminación, feminicidios y una tremenda violencia machista en este país (…) El lenguaje incluyente tranquiliza conciencias sin soluciones reales y es peligroso porque es una cortina de humo".

La lingüista señala que el tema se vuelve vistoso, a disposición de todos, de manera que usarlo aplaca las conciencias oficiales, propicia la creencia de que hay más igualdad y oculta la verdadera lucha por la equidad y por la no exclusión.

“Es una cortina de humo sutil, porque deja tranquilos a muchos, sobre todo si son hombres, opaca la lucha feminista: me parecería deseable sacar de la agenda pública feminista el problema del lenguaje. Se escandalizan las feministas, pero esta es una propuesta muy concreta, porque las peleas hay que darlas de otra manera.”

Junto con las también miembros de El Colegio Nacional, María Elena Medina Mora y Linda Manzanilla, la lingüista publicó recientemente “Desigualdades. Mujer y sociedad”. La conferencia “El poder del femenino”, así como gran parte del archivo de encuentros de El Colegio Nacional pueden consultarse en su canal de YouTube: http://elcolegionacionalmx.