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El mundo mira con temor a Evergrande: ¿Será el nuevo Lehman Brothers?

La promotora china podría declararse en suspensión de pagos este septiembre, el mismo mes que quebró el banco inversor hace 13 años y arrastró al mundo a la gran recesión

El mundo mira con temor a Evergrande: ¿Será el nuevo Lehman Brothers?

El mundo mira con temor a Evergrande: ¿Será el nuevo Lehman Brothers?

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El pánico a otro septiembre negro, como el que derribó a Lehman Brothers en 2008, contagió este lunes a las Bolsas de los cuatro continentes, por el temor a que, esta misma semana, el gigante inmobiliario chino Evergrande entre en suspensión de pagos y arrastre al mundo a otra crisis financiera y a una recesión, si se sucede el peor escenario: una bancarrota con efecto dominó en el sector financiero, dentro y fuera de China.

Evergrande afronta esta misma semana pagos millonarios de intereses de su deuda, la mayor del mundo de una empresa privada, superior a los 305 mil millones de dólares, el equivalente al 2 % del PIB chino o a casi el PIB de Argentina (335 mil millones de dólares).

En concreto, la segunda mayor inmobiliaria china debe pagar este jueves intereses por valor de 84 millones de dólares y otros 47.5 millones el próximo miércoles 29. Los analistas y los mercados temen que no podrá hacer frente al pago y que, si Pekín no interviene, las dificultades de Evergrande puedan desatar una ola de quiebras, con millones de puestos de trabajo perdidos, y poner en serios problemas a los 300 bancos e instituciones financieras que prestaron dinero, además de generar una ola de protestas sociales, como las que ya han protagonizado cientos de chinos que invirtieron en viviendas ahora paralizadas y que reclaman que les devuelvan el dinero.

Lunes negro

En una jornada festiva en las bolsas de China continental (Shenzhen, Shanghai y Pekín), así como las de Tokio y Seúl, la cotización de la compañía retrocedió este lunes un 10% en los mercados de Hong Kong, para quedar en su nivel más bajo en los últimos 11 años. Sólo en el último año, las acciones de Evergrande han perdido un 88 % de su valor.

"La bolsa de Hong Kong (que ayer cayó 3.3 %) se ha visto muy presionada por el desplome de Evergrande, que está al borde del colapso y ha llegado a cotizar en su nivel más bajo en once años por el riesgo de que presente suspensión de pagos en los vencimientos de deuda más cercanos", apuntan los analistas de IG.

Las pérdidas se replicaron horas más tarde en los mercados europeos y americanos, que se tiñeron de rojo.

Miedo al “efecto dominó"

Para Fátima Herranz, analista de Singular Bank, la situación de Evergrande "aumenta la preocupación de los inversores por la evolución de los mercados inmobiliario y crediticio en un contexto de desaceleración de la economía china”.

Sin embargo, según Paul Lukaszewski, de Aberdeen Standard Investors, los riesgos de contagio de un eventual impago de Evergrande en los mercados mundiales "son limitados".

"La exposición a la deuda y las acciones de Evergrande se concentra principalmente en China. Para que el contagio llegue a los mercados financieros mundiales, sería necesario que los efectos de la situación de Evergrande desencadenasen una crisis interna mucho mayor, algo que consideramos improbable", subrayó.

La gestora alemana DWS cree que las reacciones de los mercados "son un poco alarmantes", lo que podría provocar "un efecto dominó en los próximos días y semanas".

Pero, ¿hay realmente posibilidad de que Evergrande acabe convirtiéndose en el siguiente Lehman Brothers?

Ever(no tan)grande

En un tiempo casi meteórico, menos de dos décadas, Evergrande —fundada en 1996 por el multimillonario Xu Jiayin— pasó a convertirse en 2015 en la compañía número 43 de la lista de 500 mayores del mundo, que elabora la revista “Forbes”.

La compañía, reconocida en China por sus icónicos rascacielos, llegó a tener hasta el año pasado 200 mil empleados y generaba hasta 3.8 millones de empleos indirectos a través de 1,300 proyectos. Más de 12 millones de casas llevan su firma en hasta 280 ciudades chinas.

El secreto del éxito del ambicioso Xu —cuyo imperio extendió a la gestión de parques de atracciones, y otros sectores como alimentación, automóviles y seguros de vida— es una vieja fórmula piramidal ya conocida, pero peligrosamente especulativa: la emisión de bonos extremadamente rentables con los que financiaba su crecimiento vertiginoso.

La burbuja inmobiliaria que Pekín no vio venir

Deslumbrados quizás por el brillo de los megaproyectos sobre el papel, el régimen chino no se dio cuenta de que lo realmente grande de Evergrande era la deuda que se disparó sin control, mientras seguía pidiendo dinero prestado para proyectos más faraónicos. En 2015 su deuda ya era de 57 mil millones de dólares y la compañía se ganó el sobrenombre de “la inmobiliaria más endeudada del mundo”.

No fue sino hasta agosto de 2020, en plena crisis pandémica, cuando el gobierno de Xi Jingping anunció medidas drásticas para controlar el endeudamiento desbocado de las inmobiliarias chinas —5 billones de dólares— y decretó, entre otras medidas, una que, sin pretenderlo o no, fue letal para la estrategia de negocio de Evergrande: quedaba prohibido recurrir a la venta por adelantado de sus promociones.

Con apenas liquidez y sin poder pedir préstamos para construir, cientos de proyectos en marcha de Evergrande quedaron paralizados y la compañía se vio obligada a desinvertir para recuperar dinero: vendió activos con hasta un 30 % de descuento para hacerlos atractivos. Pero el dinero recaudado apenas llegaba para pagar intereses de una deuda que no paraba de crecer, hasta que la situación empezó a ser insostenible en el último mes… y cuando el nombre de una empresa empieza a ser noticia en los medios de todo el mundo es que algo muy serio se está gestando.

La pregunta ahora es ¿qué hará Xi, en caso de que Evergrande se dirija a la bancarrota? ¿rescatará a la compañía o dejará que esta caiga, como hizo el entonces presidente George W. Bush con Lehman Brothers?

El director del periódico de ideología nacionalista Global Times, Hu Xijin, escribió en su blog personal que “Evergrande no debería apostar por un rescate del gobierno, sino recurrir a los mecanismos de mercado para evitar su desplome”. Pero otros no opinan lo mismo.

“Sospechamos que las autoridades intervendrán, pero optarán por una reestructuración organizada más que un rescate. Lo más probable es que ayude a los compradores de vivienda afectados, mientras que los acreedores privados tendrían que asumir algunos costos”, considera la consultora Capital Economics.

“Dado lo hinchado que está el sector de la promoción inmobiliaria, podría haber toda una ola de quiebras a la vuelta de la esquina, lo que tendría el potencial de precipitar un aterrizaje duro. Pero llegados a ese punto probablemente se pueda contar con medidas estatales para impedir un estrangulamiento del crédito en China; con todos sus defectos, esta es una de las ventajas de contar con un sistema financiero muy controlado, en lugar de un sistema de mercado más libre”, agrega la consultora.

En lo que, al menos, coinciden los expertos en un punto: el capitalismo vigilado chino no es el capitalismo de casino de EU.

“En China hay mucho subsidio, mucha intervención estatal del Gobierno estatal chino y ahí es donde hay que enfocar el análisis. Son dos mundos diferentes, países diferentes, contextos mundiales diferentes. Para mí, no va a ocurrir, pero el tiempo dirá si estamos o no preparados para enfrentar otro Lehman Brothers”, señaló Sebastián Maril, director de Research for Traders.