La semana pasada, durante su jornada sabatina de tequio en el Panteón Civil de Dolores, la Dra. Claudia Sheinbaum hizo un anuncio extraordinario para la Ciudad de México.

Primero confirmó el inicio, para 2020, del proyecto integral de rescate y ampliación del Bosque de Chapultepec, con una inversión de más de 1,600 mdp.

Pero lo novedoso fue que la recuperación contempla, también, al Panteón Civil de Dolores, asentado en el Bosque, pero hoy deteriorado y olvidado, pese a esfuerzos como el tequio para darles mantenimiento.

No hablamos de cualquier panteón. El de Dolores es el cementerio público más grande de México, de Latinoamérica y el más antiguo del país.

Hay versiones de que se edificó antes de la Guerra de Reforma, por la década de 1850, aunque otras aseguran que fue en 1875.

Lo incuestionable es su incalculable valor patrimonial, ambiental, histórico y cultural.

Dentro de sus 240 hectáreas hay más de 700 mil fosas y guarda los restos de unos dos millones de personas.

Es una conexión natural entre la Segunda y Tercera sección de Chapultepec y, paradójicamente, alberga la Rotonda de las Personas Ilustres y la Fosa Común de la Ciudad de México. Ahí están los restos de los mexicanos más insignes, pero también los de las personas no identificadas ni reclamadas.

En la Rotonda, bajo la tutela de la Secretaría de Gobernación, descansan los restos de más de 100 personajes ilustres, mujeres y varones, considerados próceres de la República.

Es un espacio emblemático y de relevancia singular para la memoria histórica de los mexicanos. Descansan en ella los hombres y mujeres más sobresalientes por su patriotismo o contribución al desarrollo político, social, cultural, científico y militar de México.

Por eso, la incorporación del Panteón Civil de Dolores al Complejo Cultural Bosque de Chapultepec, anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en abril, se perfila como la más trascendental recuperación de espacio público en la historia de la Ciudad de México.

El maestro Gabriel Orozco, coordinador y donador del proyecto Complejo Cultural Bosque de Chapultepec, prevé la edificación de un “Memorial al Desconocido”, en la zona de la Fosa Común.

Para integrar la Segunda, con la Tercera y con lo que será la Cuarta Sección de Chapultepec, se propone modernizar el sendero de acceso a las tumbas, de unos dos kilómetros, como atractivo adicional de Chapultepec.

El anteproyecto peatonal iría de la Rotonda al Lienzo Charro, luego al área que ocupa el parque Cri Cri, cruzaría por encima Av.

Constituyentes, vía puentes elevados, para descender en el Campo Militar 1F, que abonará más de 100 hectáreas para crear la Cuarta Sección del Bosque.

Bienvenidos los proyectos integrales que, como el Complejo Cultural Bosque de Chapultepec, vienen a mejoran la calidad de vida y a reafirman la identidad de los ­mexicanos.

Nada que ver, sin duda, con la inefable “Estela de luz”, que nos costó 1,304 mdp o la inconclusa Biblioteca Vasconcelos, de más de 1,200 mdp. Dos obras innecesarias, ejemplos de corrupción faraónica e ­impunidad.

*Alcalde de Miguel HidalgoTwitter: @vromog