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El papa, en la ciudad de los niños que surgió de la basura en Madagascar

Los cantos de unos 5 mil niños acompañaron al papa Francisco ayer en su visita a Akamasoa, el barrio de Antananarivo, la capital de Madagascar, construido gracias al tesón del misionero argentino Pedro Opeka, quien hace tres décadas se propuso rescatar de un basurero a miles de menores.

El papa, en la ciudad de los niños que surgió de la basura en Madagascar

El papa, en la ciudad de los niños que surgió de la basura en Madagascar

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Los cantos de unos 5 mil niños acompañaron al papa Francisco ayer en su visita a Akamasoa, el barrio de Antananarivo, la capital de Madagascar, construido gracias al tesón del misionero argentino Pedro Opeka, quien hace tres décadas se propuso rescatar de un basurero a miles de menores.

“Aquí había un lugar de exclusión, sufrimiento, violencia y muerte. Después de treinta años, se ha creado un oasis de esperanza en el que los niños han recuperado su dignidad, los jóvenes han regresado a la escuela, los padres han comenzado a trabajar para preparar un futuro para sus hijos”, exclamó el padre Opeka, candidato al Nobel de la Paz, al dar la bienvenida al Papa. “Cada rincón de estos barrios, cada escuela o dispensario son un canto de esperanza que desmiente y silencia el destino”, resaltó Francisco. Y agregó: “Digámoslo con fuerza, la pobreza no es un destino ineludible”.