Opinión

El Papa Ratzinger visita a su hermano

El Papa Ratzinger visita a su hermano

El Papa Ratzinger visita a su hermano

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El Papa Emérito Benedicto XVI, de 93 años, viajó a su natal Alemania donde permanecerá por tiempo indefinido, para reunirse y cuidar a su hermano mayor Georg, quien tiene 96 años de edad.

Benedicto XVI tuvo dos hermanos: María, la mayor, quien nació el 7 de diciembre de 1921, y Georg, del 15 de enero de 1924 y quien también es sacerdote. El Papa Emérito es el menor de los tres y nació el 16 de abril de 1927. Todos ellos son alemanes.

La afinidad entre los dos hermanos es tan grande como sólida. De jóvenes, ambos vivieron los horrores de la II Guerra; luego, ingresaron juntos al seminario de la Arquidiócesis de Munich-Freising, y los dos fueron ordenados sacerdotes en otoño de 1951.

En 1964, Georg se graduó como especialista en música sacra; y fue designado director del coro de la Catedral de Ratisbona, donde trabajó hasta 1990. El gusto por la buena música fue un compartido en toda la familia y el Papa, también toca piano siendo su autor favorito Mozart.

En su libro La Sal en la tierra, el Papa Emérito platica de sus hermanos al hacer un recuento de su vida.

“Los hermanos jugábamos mucho juntos y nuestros padres, siempre que podían, sacaban tiempo también para compartirlo con nosotros, y como a todos nos gustaba la música, también procurábamos disfrutarla juntos.”

“Mi hermana solo fue a una escuela secundaria de las franciscanas. Iba a diario en bicicleta –haciendo un recorrido de cinco kilómetros-, y no estuvo interna, vivía en casa. Ella pidió después residir en un internado, y se le concedió. Mi hermano también fue a la escuela y después pasó al internado. Y yo empecé yendo a la escuela, pero dos años después mis padres pensaron que, como era el más pequeño de sus hijos y el último en edad de estudiar, tal vez valiera la pena hacer algún sacrificio más y darme la oportunidad de que también pudiera ir a un internado. Mis padres se vieron obligados a hacer muchas renuncias para que los tres hermanos pudiéramos estudiar, y nosotros nos dábamos cuenta y procurábamos corresponderles de alguna manera,” platica Benedicto XVI.

Al referirse a los difíciles años de la guerra, en los que todos los jóvenes alemanes fueron obligados al servicio militar, comenta: “Nosotros no pertenecíamos a las juventudes, pero en el año 1941, mi hermano si fue obligado a formar parte. Yo era demasiado pequeño todavía, pero después fui inscrito por los propios responsables del Seminario. Pero en cuanto salí del Seminario no fui más allí, y eso me acarreó bastantes dificultades, porque yo solo podía obtener el dinero si frecuentaba las manifestaciones de las juventudes. Menos mal que había un profesor de matemáticas que era muy compasivo y me advirtió: ve al menos una vez, para que te den el carnet, y al ver que yo me negaba, me dijo: no te preocupes, te comprendo. Yo lo haré por ti, y me libró de aquella obligación.”

Trascendió que al estar junto los dos hermanos, celebraron una misa, al ser ambos sacerdotes.

Carlos Villa Roiz