El Parlamento británico negó ayer al primer ministro Boris Johnson la votación que quería llevar a cabo sobre el nuevo acuerdo alcanzado con Bruselas para sacar al país de la Unión Europea.

La ley británica obligaba a Johnson a solicitar la nueva prórroga a la UE, en caso de no contar con el visto bueno de la Cámara baja, a un acuerdo del brexit en la medianoche de este domingo, hora local.

Así, el ‘premier’ británico se vio obligado a dirigir una carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, solicitando la prórroga, algo sobre lo que hace semanas Johnson dijo que preferiría “estar muerto en una zanja”.

Johnson envió la carta a Tusk sin firma, pero adjuntó otra, ésta sí, firmada, en la que alertó a la UE que en caso de que le concedan la prórroga, que alargaría la fecha del brexit del 31 de octubre a finales de enero de 2020, estarían cometiendo un grave error.

El presidente del Consejo Europeo confirmó haber recibido la carta con la solicitud de la nueva prórroga y aseguró que procederá a consultar la decisión con todos los países miembros de la UE.

ENÉSIMO FRACASO. La intención de Johnson era aprobar el texto acordado con Bruselas el jueves en el Parlamento y poner fin al más de año y medio de suplicio político iniciado por la exmandataria Theresa May y heredado por él cuando asumió el cargo este verano.

Sin embargo, por 322 votos a 306, la Cámara de los Comunes rechazó votar el plan de Johnson por la vía rápida, y exigió que el texto se debata en el Parlamento antes de someterlo a votación, algo que impedía a Johnson cumplir con el plazo de la medianoche para garantizar, como él quería, que el ­brexit suceda dentro  de 11 días.