Cientos de miles de personas se echaron este miércoles a la calle en una gran manifestación convocada para demostrar su rechazo al presidente de Chile, Sebastián Piñera, y dejar patente que la batería de reformas sociales que anunció en la víspera para apaciguar los ánimos no ha hecho sino avivar el descontento popular.

Las protestas ya han dejado 18 muertos, entre ellos un menor y cuatro ciudadanos extranjeros. Y si su objetivo era mostrar el enojo por las desigualdades sociales, ahora las manifestaciones apuntan cada vez más directamente contra Piñera.

Ni pedir perdón por una falta de mira hacia los problemas ciudadanos, ni anunciar mejoras en las pensiones, los salarios y el precio de los medicamentos le sirve de momento al mandatario conservador para convencer a estas alturas a una población cansada de promesas y huérfana de resultados.

Este miércoles, ese hartazgo se percibió con fuerza durante la huelga general convocada ayer, que fue secundada de forma masiva desde que se levantó el toque de queda a primera hora de la mañana.

ABUSOS Y VIOLACIONES. El Instituto Nacional chileno de Derechos Humanos (INDH) alertó ayer sobre las violaciones de los derechos humanos que están cometiendo los militares desplegados en las calles.

Su presidente, Sergio Micco, se reunió con Piñera para reclamarle poder acceder a información sobre estas vulneraciones, así como total libertad para ejercer como observadores. Micco dijo que el presidente aceptó.

Videos divulgados en redes sociales están dando buena cuenta de los abusos de los militares en las protestas. Al menos cinco de los muertes son responsabilidad directa del Ejército, y además hay más de 360 heridos y más de 6 mil detenidos.