El primer ministro etíope, Abiy Ahmed Ali, llamó este martes, al recibir el Nobel de la Paz, a la unidad nacional contra los extremismos, para asentar la democracia en su país y aseguró que el acuerdo de paz con la vecina Eritrea está “blindado”.

Abiy declaró que Etiopía debe crear una cultura inclusiva y de consenso, basada en los ideales del Medemer, palabra “amárica” —la principal lengua del país— que alude a la convivencia basada en el amor y el perdón.

“Quisiera llamar a todos mis compañeros etíopes a unir sus manos y a ayudar a construir un país que ofrezca justicia, derechos y oportunidades iguales para todos sus ciudadanos”, dijo en su discurso Abiy, que habló de neutralizar a los “evangelistas del odio” que “causan estragos” a través de las redes sociales.

El mandatario etíope enumeró sus actos de paz en sus menos de dos años en el poder —liberación de “todos” los prisioneros políticos, el cierre de centros de tortura, la libertad de prensa y sentar las bases para una genuina democracia multipartidista— aunque no aludió a las tensiones étnicas que le achacan sus críticos en Etiopía, que el año pasado fue el que más desplazados internos registró en todo el mundo.