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El Rey León: El pastiche tecnologizado y la refinada animación

Probablemente la versión 2019 de El Rey León sea el trabajo que se ha hecho con más miedo en Disney.

El Rey León: El pastiche tecnologizado  y la refinada animación

El Rey León: El pastiche tecnologizado y la refinada animación

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Probablemente la versión 2019 de El Rey León sea el trabajo que se ha hecho con más miedo en Disney. Desde años atrás se han autodeterminado por dar una nueva vida a sus clásicos animados, aprovechando la tecnología para dar a conocer versiones realistas. Los resultados de la apuesta han sido variopintos; desde resultados deplorables, como el desencanto de La bella y la bestia (2017) que abusaba del artificio, hasta la encantadora e imaginativa versión de Aladdín, que se estrenó este año.

El puñado de filmes live action que ha sacado Disney ha sido criticado y analizado con severidad, sobre todo cuando la nueva versión no toma la esencia del clásico animado o le quita la música, que siempre fue factor clave para el éxito de la casa del ratón, como en El libro de la selva, en la cual Jon Favreau se olvidó por completo de la parte melódica, y se concentró en la animación digital con resultados sorprendentes.

Para la nueva versión de El Rey León (un filme de animación con espíritu de live action), bajo el mando del mismo Favreau, se retomó la mejor virtud de El libro de la selva, al darnos una de las mayores experiencias de animación digital de nuestro tiempo. Al mismo tiempo trató de no cometer los errores de otros live action y trató de rendir homenaje a la obra maestra de la animación que, en 1994, presentaron Rob Minkoff y Roger Allers.

La sinopsis no cambia: La sabana africana es el escenario en el que tienen lugar las aventuras de Simba, un pequeño león que es el heredero del trono. Sin embargo, al ser injustamente acusado por el malvado Scar de la muerte de su padre, se ve obligado a exiliarse. Durante su destierro, hará buenas amistades e intentará regresar para recuperar lo que legítimamente le corresponde.

El trabajo de Jon Favreau en este filme es de reconocimiento, es una muestra de admiración al filme del que hace remake, pero lo miró con tanto respeto que se siente su miedo. Dejó todo factor sorpresa al trabajo de animación y se olvidó por completo de sumar argumento, en un acto más narcisista que artístico.

El cineasta retomó cada plano y lo recreó con el poder de la tecnología con un resultado visual formidable, pero no hay mucho más. Hay ligeras variaciones en los diálogos, arreglos estilizados (y eso sí muy bellos) en la música, y una que otra licencia en alguna secuencia (como la de su explicación del ciclo de la vida en un manojo de pelo de león) que no trasciende demasiado.

El Rey León (2019) es una calca tecnologizada de El Rey León de 1994. Un pastiche embellecido por la tecnología con alguna que otra broma divertida, pero sin un mínimo intento de mejorar dramática o emocionalmente por temor a ser juzgado. El Rey León deja de ser una imagen imponente para convertirse en una figura de admiración visual.

La nueva versión es entretenida, entrañable, divertida, un muy buen drama con pinceladas de comedia. Exactamente igual al primer filme. Es imaginarse a Jon Favreau inclinarse ante los verdaderos reyes: Rob Minkoff y Roger Allers.

Apollo 11Director: Todd Miller (EU, 2019)

El baúl de la NASA se abre para proporcionar material inédito sobre la misión Apollo 11, que llevaría por primera vez al hombre a la Luna. Las cámaras ubicadas en Cabo Cañaveral capturan los momentos más importantes del despegue de la nave. Unidas a las escenas filmadas en el interior del cohete espacial, ambas perspectivas ofrecen una visión íntima sobre las sensaciones que experimentaron los astronautas durante su misión. Este filme es la reconstrucción minuciosa de una historia que ya conocíamos antes de entrar en la sala de cine... pero que aun así, se las ingenia para emocionar. El truco de Todd Miller radica en su capacidad de mostrar los detalles que estimulan al espectador. Uno de los grandes documentales del año, que ya toma la delantera en la búsqueda de conquistar los Premios Oscar.

El libro de las imágenesDirector: Jean-Luc Godard (Suiza, 2018)

Una de las cosas más fascinantes en Jean-Luc Godard es su capacidad de cuestionar al cine. Claro está que la manera de hacerlo ha cambiado desde hace décadas, pero siempre se las ingenia para encontrar una nueva pregunta. Para muchos El libro de las imágenes podrá parecer un monumento a su arrogancia, y podrá ser un filme demasiado complicado para un público que no gusta del cine de autor, pero como una obra de arte es fascinante, es un ensayo profundo de la dualidad del arte cinematográfico, entre lo pictórico de un cuadro y lo textual de un libro. Es un cúmulo de imágenes a las cuales se les ha dado un nuevo significado. Godard utiliza el lenguaje del cine para mostrar un vocabulario nuevo, que no terminamos de comprender pero que nos deja la sensación de haber aprendido mucho.