Opinión

El salario del... ¿hartazgo?

El salario del... ¿hartazgo?

El salario del... ¿hartazgo?

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
PRESIDENTE LÓPEZ OBRADOR:

+Dale al trabajador su salario antes de que se haya secado el sudor de su frente

Mahoma

La Constitución Política establece que a trabajo igual, salario igual.

¿Es igual el trabajo de un oficinista que el del Presidente de la República?

Claro, ¿verdad?, no lo es aunque ambos puedan ser muy trabajadores y honestos, pero usted, presidente López Obrador, tomó la decisión personal —una más…— de reducir su salario y usted mismo determinó cuánto ganaría, así como que el suyo sería el más alto de la burocracia federal. Ignoro si haya habido renuncias junto con los recortes ordenados por usted, de empleados inconformes con esa orden, supongo que sí aunque no hayan trascendido, quizá por haber sido escasas y muy repartidas en todo el ámbito burocrático.

Hubo, eso sí, aunque no trascendieron casi, voces burócratas federales que lamentaron haber votado por usted, el agradecimiento que recibieron fue el recorte salarial general…

Ironías de la política, Presidente, cuando su antecesor Luis Echeverría tomó la decisión de admitir un aumento general, nacional, de salarios, el sector privado en masa se inconformó y, en cambio, ayer el presidente de la Coparmex, Gustavo Hoyos, propuso un aumento del salario mínimo de 102.68 pesos actuales a ¡293 pesos diarios en el año 2024..! ¡Casi triplicado! Quién lo hubiera imaginado…

Y ayer, por ahí, alguien disparó que el suyo es el peor arranque de sexenio.

Qué escasa se demuestra a veces la memoria mexicana, Presidente. Desde la trasmisión del poder de Echeverría a López Portillo, que fue bastante azarosa, quieran que no algunos, Miguel de la Madrid recompuso la situación y la entregó ya con otro rostro a Carlos Salinas de Gortari, quien la transfirió a Zedillo y con el siglo nuevo llegaron los presidentes panistas, Fox y Calderón, quienes afirmaron ser los mensajeros de un cambio de fondo, cuando lo que hicieron fue retomar lo bueno de los regímenes priistas y dejar hasta ahí el cambio..., que a pesar de ello, no fue pequeño.

La situación general del país mejoró, sin duda, pero los hoyos negros a donde no llegó, como siempre los de los más pobres, ahí siguen por la desgracia perenne que sufre nuestro país de conservar a sus pobres por no haber sido capaces todos sus gobernantes de construir un país que reparta sus bondades —que son muchas— a todos.

Sí, viene usted con un plan de gobierno de otro color y por ello se considera que este inicio de gobierno puede ser el inicio de la vieja maldición…

Si su juego es inteligente no le ocurrirá, presidente López Obrador, lo que a su colega venezolano, quien debió modificar el rumbo de su creador Hugo Chávez, pero le encantó el sabor del despilfarro, ahí están las consecuencias. Usted ha anunciado que llega con políticas diferentes para los pobres y tiene un inmenso espacio de posibilidades, de recursos y de seguidores que pueden cambiar la historia.

Gobierne con todos y para todos, Presidente. Debe hacer la diferencia, pero no tanta como para que se convierta en un error. México ya merece justicia, sí, pero paz también…

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