Opinión

El Sol en una lámpara

El Sol en una lámpara

El Sol en una lámpara

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Como varios de ustedes adivinarán, me gustan mucho las lámparas de escritorio, y mejor si son obsequiadas. Bueno, hoy les hablaré acerca de ésas que pueden no contener un genio que concede deseos, pero sí un pequeño Sol a escala inimaginablemente chiquita. Les contaré acerca de las lámparas de plasma.

El plasma es un estado de la materia, esto significa que al igual que el líquido, sólido o gaseoso nos da información acerca de cómo se comportan los átomos de una porción de material. Cuando tenemos agua —por ejemplo— en estado líquido ésta se comporta como un fluido, adopta la forma del material que la contiene y es muy escurridiza. Si la tomamos entre las manos, se nos escapará. En cambio, si tenemos esa misma porción de agua en estado sólido (aparte de tener mucho frío) veremos que de no ser por la temperatura que derrite al hielo, su forma no cambiaría. Es básicamente un bloque inerte de agua.

Para cuando queramos jugar con el vapor de agua (estado gaseoso) éste se habrá esfumado. La diferencia entre los estados moleculares de la materia radica en las fuerzas de cohesión, si tienen mucha holgura serán gaseosos, si tienen menos libertad, líquidos. Y para casi nula dispersión se llamarán sólidos. ¿Pero pueden estas etiquetas nombrar a todas las formas de materia que existen? Desafortunadamente no y tendríamos que aprender muchos más nombres, cada uno más interesante que los demás. Y para el caso del Sol utilizamos un estado de agregación llamado plasma, como se llaman las televisiones planas de hoy en día.

Este estado de agregación tiene sus átomos cargados y con poca cohesión entre sí, por lo tanto se parece al estado gaseoso pero con rayos eléctricos como descargas.

En décadas pasadas fue muy popular un estilo de lámparas que contenían en su interior un gas a alto voltaje que provocaba que sus átomos quedaran cargados y saltarán rayos desde el interior, y cuando acercábamos nuestros dedos provocábamos un arco eléctrico grande. Por lo que podríamos decir que el Sol en nuestras manos es posible, o al menos una partecita.

Y sí amigos, el Sol está constituido por plasma y puede generar muchos relámpagos en su exterior, aunque estamos lo bastante lejos para verlos o sentirlos. Por ello, por el momento nos podemos conformar con estas curiosas lámparas de noche. ¡Hasta la próxima!