En una temporada atípica marcada por la pandemia del COVID-19, el Superbowl LV será histórico y con condiciones muy distintas, como la presencia de público limitada a 22 mil aficionados, incluidos 7,500 boletos gratuitos para el personal médico que ha luchado contra el coronavirus en la primera línea, electos por sorteo.

Además, los Jefes de Kansas City llegarán el sábado 6 de febrero, un día antes del juego a la sede del encuentro, el Raymond James Stadium, mientras que en años anteriores los equipos llegaban con una semana de anticipación para atender toda la agenda de actividades.

Por primera ocasión en la historia tendrá al equipo local en casa disputando el gran juego, ya que los Bucaneros de Tampa Bay llegaron como campeones de la Conferencia Nacional (NFC) al SB LV, aunque la NFL coloca cartones neutrales en la casa de los Bucs.

También será diferente en cuanto a todos los eventos que rodean al gran partido, los cuales se efectuarán de manera virtual, ya que en Estados Unidos se registra el mayor número de contagios y muertes por la pandemia.

Los Bucaneros de Tampa Bay que suman tres victorias como visitante en estos playoffs, primero ante el Washington Football Team en la ronda de comodines, luego se impusieron a los Santos de Nueva Orleans en el juego divisional de la NFC y finalmente derrotaron en Lambeau Field a los Empacadores de Green Bay en el Campeonato de la Conferencia Nacional.

Después de su exitosa gira de postemporada, los Bucs ahora recibirán el Superbowl LV en casa, el primer equipo en la historia en jugar como local el partido definitivo de la NFL.

Las fiestas post-Superbowl para ambos equipos no son seguras, por lo que los equipos pueden regresar a casa inmediatamente ante la crisis sanitaria que prevalece por el coronavirus en la Unión Americana.