Opinión

El tiempo en cuarentena

El tiempo en cuarentena

El tiempo en cuarentena

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Comparto mi dolor y solidaridad con quienes sufren el día de hoy.

Pero para quienes actualmente contamos con salud, el tiempo en cuarentena no es un castigo, sino una oportunidad.

Éste es un tiempo para reflexionar en nuestras fallas cotidianas y tratar de corregirlas, convirtiéndonos en mejores seres humanos. Utilizar nuestro tiempo en elaborar pensamientos positivos que nos brinden alegría y, realizar actividades productivas y creativas en nuestra casa, que nos beneficien ahora o en el futuro, así como evitar pensamientos inútiles y acciones superfluas, nos conducirá a tener una vida mucho más plena en todos los sentidos.

Recordemos también que existe una relación indisoluble entre cuerpo y mente, y que las impresiones mentales terminan por somatizarse. De manera que, si pensamos positivamente y nos enfocamos en la belleza de la vida, esto incidirá en la salud de nuestro cuerpo. Si, por el contrario, pensamos en lo negativo de todo lo que nos circunda, nos provocaremos tristeza y abandono en nuestra persona.

Toda la vida repetimos que no tenemos tiempo suficiente, para compartir con la familia, para planear nuestras metas, para dedicarnos a hacer lo que nos gusta, para estar con Dios. Así que ahora en la cuarentena lo que nos sobra es tiempo. ¿Por qué no utilizarlo en todos esos asuntos que hemos dejado pendientes? Esta puede ser una etapa de superación individual si nos proponemos aprender cosas nuevas, como ejemplo: computación, cocina, algún nuevo oficio, un nuevo idioma, desarrollo personal o espiritual. Utilizar todas esas ventajas que nos brinda la tecnología y que tenemos a la mano en nuestro celular. Entonces transitaremos más fácilmente esta difícil y dolorosa etapa y resurgiremos como mejores seres humanos aportando más luz a nuestra vida y a la de los demás.

Tener presente que si actuamos constructivamente el tiempo pasará y que, si no hacemos nada, el tiempo también pasará.

Somos nosotros los administradores de nuestro propio tiempo, que es nuestro principal activo. Si lo utilizamos consciente y correctamente tendremos el tiempo que requerimos para realizar lo que deseemos en la vida. Si lo administramos erróneamente terminaremos con la sensación de que la vida es muy breve y que siempre nos ha faltado más tiempo. Está en nosotros decidir qué hacer con nuestro tiempo. Es una decisión unipersonal, quien sólo “pasa el tiempo” está desperdiciando su vida.

En esta etapa se sugiere hacer ejercicio para fortificar los músculos del cuerpo, pero no olvidar a Dios para fortificar el alma.

El ejercicio del cuerpo beneficia el espíritu y, el ejercicio del espíritu beneficia al cuerpo.

En realidad, este es un punto de inflexión en la vida de la mayor parte de las personas, al comprender la falibilidad de la vida ante eventos catastróficos, lo vulnerables que somos ante este tipo de eventos, como una pandemia, un tsunami, un terremoto.

La fragilidad de la existencia humana solamente es comparable a la gran fortaleza que le acompaña en otros ámbitos. Esta es la gran contradicción. Es decir, el ser humano es tan fuerte que sobrepasa muchas vicisitudes durante su paso en la tierra y, en cambio a veces es tan endeble, que un simple virus diminuto puede acabar con él.

Mail: corzoalma17@yahoo.com.mx