Opinión

¿El tono de piel como determinante de la inclusión financiera?

¿El tono de piel como determinante de la inclusión financiera?

¿El tono de piel como determinante de la inclusión financiera?

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

*Dra. Ana Laura Martínez Gutiérrez

La discriminación por características de fenotipo en México es un fenómeno generalizado que impacta prácticamente todos los aspectos de la vida económica y social de nuestro país. Así lo atestiguan los datos del Módulo de Movilidad Social Intergeneracional (MMSI) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cuyos resultados muestran una importante correlación entre tono de piel, nivel de escolaridad y estatus en el mercado laboral. De hecho, de acuerdo con datos del MMSI, las personas que clasificaron su tono de piel entre los más oscuros presentaban mayor atraso educacional: 28.8% de ellas no terminó la escuela primaria y 23% llegó sólo hasta secundaria. Asimismo, 26.4% de las personas con tez blanca (perla 1-3) asistía a la universidad en contraste con 7.5% de quienes tenían la piel oscura (perla 8-11).1

De forma paralela, la discriminación en el sector educativo contamina a su vez el mercado laboral, donde los resultados del MMSI muestran un bajo porcentaje de personas con piel oscura empleadas en puestos directivos. Mientras, entre más claro el tono de piel, mayor probabilidad de ocupar un alto cargo. Finalmente, como resultado de dichos procesos discriminatorios, no es de sorprender que la movilidad social sea mayor para la población mexicana con piel clara: 52.2% de estas personas mejoró su situación socioeconómica comparada con la de sus padres, contra un 48.6% para sus contrapartes de piel oscura.2

Más allá de las estadísticas descriptivas presentadas, tanto la medición de la discriminación, como la determinación de sus causas presenta algunas dificultades. De hecho, es posible argumentar que existen por lo menos tres dificultades metodológicas para estudiar la discriminación en México. Primero, dada la mezcla étnica que resultó de la colonización española, el poblamiento de personas africanas esclavizadas y las migraciones, es difícil distinguir las características de fenotipo de los individuos tomando en cuenta únicamente los apellidos u otra información cuantitativa. Asimismo, hasta hace poco tiempo no existían estadísticas oficiales acerca de las características de fenotipo de la población. Finalmente, la endogeneidad, en lo que respecta al origen étnico, nivel de ingresos, educación y pertenencia a los sectores económicos formales o informales, dificulta enormemente la tarea de distinguir entre los efectos del estatus económico y los generados por procesos discriminatorios basados por ejemplo en fenotipo.

En este contexto, con la finalidad de medir la presencia de discriminación basada en el tono de la piel en el mercado crediticio mexicano, se diseñó un experimento3 en el que participaron tres parejas de actores formadas por un joven mexicano con un tono de piel oscuro (perla 8) y uno con piel blanca (perla 2 o 3), todos ellos hombres. Cada pareja procedió a visitar 100 sucursales bancarias ubicadas en la Ciudad de México, para un total de 300 sucursales visitadas por los actores involucrados en el experimento (lo que correspondía en fechas del experimento a 16.5% del total de sucursales bancarias en la ciudad de México)4. Tras cada visita, los actores llenaron un cuestionario diseñado para medir la percepción de la discriminación, la viabilidad de obtención del crédito y los posibles términos o características de éste.

El experimento encontró evidencia contundente en torno a la existencia de un trato diferenciado por tono de piel en sucursales bancarias de la Ciudad de México. Los sujetos de piel oscura percibieron que la persona que fungía como ejecutivo bancario fue descortés con ellos en 24.7% de las visitas, en contraste con 10.7% para los sujetos de piel clara. Hubo también una gran diferencia en la percepción del acceso a la información. En 45.9% de sus visitas, los actores de piel oscura pensaron que la persona ejecutiva de cuenta les ocultó información, en contraste con un 21.6% para los de piel clara. A los actores de piel clara se les preguntó con mayor frecuencia acerca de su calificación crediticia (54.5% vs. 37.1%), sus características personales (83.5% vs. 73.3%) y se les dijo con mayor frecuencia que podrían calificar para un crédito de micro, pequeña y mediana empresa (45.5% vs. 33.6%). Finalmente, la persona ejecutiva de cuenta planeó una visita de seguimiento en 54.7% de los casos para los sujetos de piel clara y en 27.7% de las veces para los de piel oscura.

Es importante destacar que estos resultados se dan en el contexto de una política histórica de inclusión financiera y acceso al crédito en México que revela dos enfoques alternos hacia los mercados financieros. Por un lado, un enfoque a la implementación de importantes mejoras en las instituciones y leyes que rigen a las instituciones financieras del país, mientras que, hasta hoy, a pesar de algunos esfuerzos, ha faltado una gran estrategia enfocada en aumentar el uso de productos financieros formales por parte de la población mexicana que pertenece a los grupos menos favorecidos. Como resultado de esta dicotomía en los objetivos de política pública en la materia, a pesar de todos los esfuerzos encaminados a fortalecer el sector financiero mexicano, una gran parte de la población permanece hoy desatendida o subtendida, limitando con ello el potencial del sector financiero para canalizar los recursos de manera eficiente, estimular el crecimiento económico y mejorar el bienestar de mexicanas y mexicanos.

Entender a profundidad las razones detrás de la baja inclusión financiera en México es de enorme relevancia para el presente y futuro del país. En primer lugar, es imposible alcanzar mayores niveles de productividad sin mayor inclusión financiera. Más aún, se ha argumentado5 que el bajo acceso crediticio podría estar afectando las tasas de crecimiento económico, coadyuvando con ello a la existencia de altos niveles de pobreza, informalidad y desigualdad económica en el país. Finalmente, el análisis de las prácticas discriminatorias y el acceso desigual a los servicios financieros puede ayudar a entender el papel de la discriminación en otros mercados, y servir de base para cuantificar sus efectos en la estructura socioeconómica de México.

Cuando los resultados económicos o sociales parecen seguir tan de cerca una lógica basada en la apariencia de las personas o su origen étnico, aun cuando no haya intención de discriminar, es necesario hablar de discriminación. México ha ignorado esta discusión durante demasiado tiempo, la hora de abordarla ha llegado.

* Coordinadora de la Unidad de Comportamiento y Experimentación del Laboratorio Nacional de Políticas Públicas del CIDE, investigadora Cátedra-Conacyt.

Referencias:

1 Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). (2016). Módulo de Movilidad Social Intergeneracional.

2 Idem.

3 Martínez Gutierrez, Ana. (2019) ¿Quién Tiene Acceso al Crédito en México? Ciudad de México: Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.

4 Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Bases de datos de inclusión financiera (2017). De acuerdo con dicha fuente en junio de 2017 existían 1816 sucursales de banca comercial en la Ciudad de México.

5 Federico Cingano. (2014). Trends in income inequality and its impact on economic growth. París, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, 2014.