La llegada de la pandemia, con la medida emergente de confinamiento, nos llevó a una introspección individual y familiar, a un conocimiento inédito de nosotros mismo y de nuestras relaciones contextuales, en que el espacio llamado hogar, se compartió igualmente como oficina y salón de clases.

Es en este espacio multifuncional en que los padres y madres de familia se reinventaron como docentes espontáneos; los profesores, como tecnólogos educativos en ciernes, y el alumnado como catalizadores de una nueva modalidad educativa híbrida (presencial y en línea) que aún no acaba de definirse del todo, y en donde se hizo presente una de las virtudes naturales e innatas del pensamiento intelectual del ser humano: la creatividad, esa capacidad de analizarse a sí mismo en sus limitaciones y potencialidades dentro de los procesos cognitivos y emocionales.

Junto a esta creatividad reflexiva, en plena pandemia, se multiplicó el uso de las herramientas didácticas encaminadas a fomentar la imaginación, la innovación, el dominio tecnológico y las nuevas habilidades para las tareas y practicas pedagógicas, en la que los y las docentes, en un trayecto de actualización permanente, han escalado la misión educativa a niveles en que han contribuido al bienestar requerido de niños, niñas y adolescentes.

Así, el profesorado, ahora en diversos ambientes de aprendizaje, ha encontrado en la tecnología y en el uso adecuado del internet un aliado para la promoción de todo tipo de destrezas y contenidos positivos, mediante actividades creativas y lúdicas con las que ha fomentado en la comunidad escolar la conformación del llamado Team Building o trabajo de equipo remoto, que busca reforzar el proceso de construcción del conocimiento, lo que prevé un alto desempeño y la generación de conexiones emocionales que mejoren la comunicación, la confianza y las relaciones interpersonales colaborativas, solidarias y fraternales.

En este sentido, diversas son las opciones que ofrecen las nuevas herramientas digitales para potenciar la denominada gamificación (ludificación), concepto en donde los juegos, trasladados al ámbito educativo, crean el interés y la motivación necesarias para realizar la tarea compartida e incentivar el aprendizaje, teniendo como recompensa la satisfacción colectiva de la colaboración, el esfuerzo y el logro obtenido en equipo.

Entre las aplicaciones que ayudan a la formación mediante la gamificación, se encuentran: “Learning Park” (competición), “DigiKudos” (retroinformación), “DigiReta” (desafío) o el “DigiCrea” que es el juego de las ideas y decisiones en equipo. Así mismo, existen otros como, “Adivina la imagen” (descripción-reproducción en dibujo), Walnut (acumulación de victorias para el equipo) o el “Zeppelean” que permite hacer de la autoevaluación y coevaluación de competencias un aprendizaje lúdico.

Hasta antes de la pandemia, el interés y el aprendizaje por el manejo de salas virtuales era limitado, sin embargo, al poco tiempo tuvimos que aprender urgentemente sobre las diversas plataformas digitales, de su uso y aplicación en la educación digital, y, ahora, de su potencial para el trabajo en equipo remoto, de mayor complejidad que el de tipo presencial.

En este sentido, con el desarrollo de las Tecnologías de Información y Comunicación, además de contar con una mayor conectividad, se busca fomentar la creatividad y la innovación en equipo, aplicadas a las tareas que tienen las generaciones en formación y que les permita cubrir sus necesidades presentes y dar soluciones a problemáticas futuras.