Opinión

El universo y Galileo, de Manuel Peimbert Sierra

El universo y Galileo, de Manuel Peimbert Sierra

El universo y Galileo, de Manuel Peimbert Sierra

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Los aportes principales de diversos protagonistas de la historia de la astronomía se encuentran en el libro El universo y Galileo, nueva publicación de El Colegio Nacional en la que su autor, el colegiado Manuel Peimbert Sierra, da a conocer las investigaciones que se han hecho acerca del universo desde sus inicios hasta la actualidad.

El astrónomo, distinguido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1981 y el Premio Hans A. Bethe de la American Physical Society (aps) en 2012, traza en este libro un recorrido cronológico en el que expone teorías fundamentales para el conocimiento del universo, tales como el principio cosmológico, el geocentrismo, el heliocentrismo, la revolución copernicana, la gran explosión y el multiverso, entre otras, de forma sucinta y amena. Este panorama parte de las primeras observaciones de los griegos y llega hasta nuestros días.

Una versión de este título se publicó originalmente como parte del libro Galileo. Su tiempo, su obra y su legado, también de El Colegio Nacional. Con esta obra, se pretende rendir homenaje al legado científico de Galileo Galilei, cuyas investigaciones sirvieron de sustento para los pensadores que le siguieron, esfuerzos gracias a los cuales podemos comprender hoy asuntos cruciales como el lugar de la Tierra en el universo, el movimiento de los cuerpos celestes, la distancia entre los astros, entre otros temas.

El universo y Galileo libro que forma parte de la colección Opúsculos, serie que presenta, en obras breves, grandes ideas de los miembros de El Colegio Nacional, integra los siguientes capítulos: Los filósofos atomistas y Lucrecio, La astronomía griega, Copérnico y el razonamiento copernicano, Galileo y Kepler, El desarrollo del pensamiento copernicano, La expansión del universo, La teoría de la gran explosión, La teoría de la creación continua de materia, Observaciones a favor de la teoría de la gran explosión, La densidad del Universo, Los satélites artificiales y la radiación de fondo, La materia oscura, La aceleración del universo, La etapa inflacionaria del universo observable, y La situación actual, además de introducción, conclusiones y Bibliografía recomendada.

A continuación, compartimos algunos fragmentos del capítulo titulado “La astronomía griega”, del científico que fue vicepresidente de la Unión Astronómica Internacional de 1982 a 1988.

“Al desarrollarse la astronomía griega, surgieron dos teorías rivales acerca del universo: la geocéntrica, según la cual la Tierra estaría en reposo, mientras los demás cuerpos celestes se mueven; y la heliocéntrica, que sostiene que el Sol y las estrellas están inmóviles, mientras la Tierra y los otros cuerpos celestes se mueven. Para los griegos, el círculo y la esfera eran las figuras geométricas perfectas y creían que el universo estaba íntimamente vinculado con ellas. Los movimientos circulares deberían ser capaces de explicar los desplazamientos en la bóveda celeste de los siete objetos, observables a simple vista, que se mueven en relación con las estrellas fijas: la Luna, el Sol, Venus, Mercurio, Marte, Júpiter y Saturno. Cada uno de estos objetos se encontraba en una esfera y había una octava, más alejada, que incluía a las estrellas fijas.”

“Eudoxio (ca. 400-ca. 350 a.C.) introdujo la geometría en el estudio de la astronomía y desarrolló el método de la comparación entre la observación de los objetos celestes y el modelo que aclaraba sus movimientos. El sistema de Eudoxio explicaba los movimientos celestes mediante un juego de veintisiete esferas que giraban alrededor de la Tierra fija e inmóvil; en la esfera exterior puso a las estrellas fijas.”

“Después de Eudoxio, la mayoría de los astrónomos y pensadores griegos -como Aristóteles (384-322 a. C.), Hiparco (ca. 190-ca.120 a. C.) y Tolomeo (ca.100-ca. 170 d. C.)- adoptaron la teoría geocéntrica.”

“Aristóteles, el filósofo griego más famoso, escribió tratados sobre casi todos los temas. Fue aceptado como la máxima autoridad durante la Edad Media por la inmensa mayoría de los pensadores y sus puntos de vista fueron adoptados por las autoridades eclesiásticas. Esta aceptación se prolongó hasta el Renacimiento. Aristóteles pensaba que las estrellas giraban alrededor de la Tierra, y también el Sol, ya que si la Tierra se moviera alrededor de éste, las posiciones relativas de las estrellas cambiarían durante el año, lo cual no se observa a simple vista (“a ojo desnudo”, como dirían mis amigos argentinos).”

El libro El universo y Galileo se encuentra disponible en las principales librerías del país y, en su versión digital, en libroscolnal.com