Como parte de su más reciente renovación, el museo Universum inauguró dos nuevas salas “Océano, inmensidad desconocida” y “Hábitat, el espacio de todos”. Esta renovación integral es un proyecto que se llevará a cabo en varias etapas, durante un periodo aproximado de cuatro años.

La primera sala es prácticamente la mudanza del Museo de la Ballena al recinto universitario y que tuvo que ser trasladada desde La Paz, BCS, por la falta de apoyo local. Con diversas piezas de museografía y paneles interactivos, la mayor atracción de este espacio —que ocupa la planta baja del museo— son los 28 esqueletos de cetáceos y megafauna marina que forman parte de una colección de 92, la más diversa en el mundo.

La recuperación de estos esqueletos es un trabajo arduo realizado por el Museo de la Ballena y que puede tardar hasta un año por individuo mediano, como el tamaño de un delfín. Esta colección consta además, de una ballena azul, la cual no pudo ser trasladada al nuevo recinto, debido a que su colosal tamaño ocuparía un espacio que ya no alberga el museo.

A través de sus seis secciones, la sala explica cómo se formaron los grandes océanos; las diferencias entre mares y océanos; muestra cómo el océano es esencial para para la vida y el equilibrio del planeta; presenta los cambios físicos, químicos y biológicos dependiendo de la profundidad; además de generar conciencia en los visitantes sobre el cuidado de los ecosistemas marinos.

Durante la inauguración, realizada ayer, Diego Ruiz, director del Museo de la Ballena, mencionó que Universum y la UNAM serán los encargados de resguardar este tesoro y a partir de éste generar conciencia en sus visitantes sobre el cuidado del medio ambiente.

Por otra parte, con el apoyo del gobierno capitalino, se instauró la sala de “Hábitat”, que mediante la tecnología de proyección (con 43 proyectores) más avanzada en el museo y una gran producción fílmica, explica cómo fue la población del Valle de México, así como su historia a través del tiempo geológico y los asentamientos humanos hasta nuestros días.

Compuesta por maquetas tridimensionales y digitales, así como con paneles interactivos, la muestra tiene como objetivo reflexionar sobre la transformación del entorno a partir de la relación entre la sociedad y la naturaleza.

La pieza más asombrosa es su sala de inmersión digital, en la cual se proyecta la historia del valle a través del tiempo, desde el Pleistoceno hasta la creación de chinampas en la época prehispánica y hasta la actualidad.

“La inauguración de estas nuevas salas forman parte de la primera fase de renovación integral de Universum”, señaló durante la inauguración César Domínguez, coordinador de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM. “Son tiempos complicados, donde existen cosas como la posverdad, por lo que la ciencia tiene un papel protagónico para contrarrestarla. En el país tenemos a la UNAM como campeón de la ciencia y para que su alcance sea amplio se requiere de espacios como Universum. Como un museo del siglo XXI, esperamos que inspire a sus visitantes y les ayude a tomar decisiones informadas”.