El Instituto de Antropología e Historia inauguró el pabellón Ventanas arqueológicas en La Casa del Marqués del Apartado, donde se abordan los seis descubrimientos más trascendentales del Programa de Arqueología Urbana (PAU) sobre el Recinto Sagrado de Tenochtitlan, fundado por el arqueólogo y Premio Crónica, Eduardo Matos Moctezuma, en 1991, explicó Raúl Barreda Rodríguez, arqueólogo responsable del PAU.

“Somos testigos de cómo la ciudad de Tenochtitlan y su centro ceremonial emergen y salen a la luz después de 500 años de haber permanecido ocultos en las entrañas del corazón de la ciudad de México”.

Barrera Rodríguez, puntualizó que en el Centro Histórico de la capital existen 42 ventanas arqueológicas distribuidas en 16 inmuebles y en la vía pública, a través de las cuales se pueden admirar restos de templos y palacios mexicas, de casas solariegas de conquistadores españoles, de iglesias cristianas, casas del gobierno virreinal y vestigios del siglo XIX.

“La exposición sobre ventanas arqueológicas tiene como eje fundamental seis de los trabajos más trascendentales realizados en los últimos años, realizados por el programa PAU. Éstos son: la escalinata mexica del palacio del Marqués del Apartado; Huei Tzompantli, el Calmécac, el Templo de Ehécatl, el juego de pelota y restos del Palacio de Axayácatl”

Los vestigios del Calmecác, explicó, fueron encontrados en la calle Guatemala número 18; en Guatemala 16 fue donde se descubrió gran parte del Templo de Ehécatl; en Guatemala 24 se localizó el Huei Tzompantli; y en el Nacional Monte de Piedad, se detectó un piso del patio del Palacio de Axayácatl, y testimonios de la destrucción la sede del poder político y económico una vez caída Tenochtitlan.

“No obstante, el Pabellón de Ventanas Arqueológicas también hace referencia a importantes salvamentos arqueológicos anteriores a la instauración del PAU, resaltando las excavaciones que permitieron detectar restos del Templo del Sol, debajo del Sagrario de la Catedral Metropolitana; del Templo de Tezcatlipoca, en el Museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Antiguo Palacio del Arzobispado; y del Palacio de Moctezuma II, en Palacio Nacional”.

Lo anterior se ilustra con cédulas informativas; maquetas de cada edificio y del recinto sagrado de Tenochtitlan; dos cráneos humanos que en su momento fueron exhibidos en el Huei Tzompantli; dos representaciones de cráneos elaborados en piedras de Tezontle; así como por videos testimoniales de arqueólogos, antropólogos físicos, y personal de apoyo en las excavaciones y conservación de vestigios arqueológicos.

“También se exhiben las réplicas de un océlotl-cuauhxicalli y de un cuauhtli-cuauhxicalli, recipientes de sacrificio en forma de felino y de águila, respectivamente, que fueron descubiertos en este sitio por Leopoldo Batres, en 1901, y por la arqueóloga Elsa Hernández Pons, en 1985. A estos se suma un chacmool decapitado, hallado una década más tarde en este mismo predio”.

Durante el acto inaugural la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, expresó que estas ventanas nos muestran el pasado glorioso de la Ciudad de México. “Las ventanas arqueológicas nos muestran la grandeza de la cosmogonía de la cultura mexica”.

Hoy es un día histórico porque se redescubre el origen, porque por primera vez somos testigos del sol que entra sobre el Templo de Ehécatl, señaló la titular de la Secretaría de Cultura Federal. “Estas ventanas nos permiten ver hacia adentro; resguardando así de las inclemencias del olvido, la falta de memoria, el silencio al que se condenó y permanecieron ocultas las culturas de México”.

“Aquellos hechos ocurridos hace 500 años en el corazón de México Tenochtitlan emergen estas raíces a partir del día de hoy”.