Novaya Zembla, un archipiélago ruso ubicado en el océano Ártico, ha declarado el estado de emergencia ante la presencia de medio centenar de osos polares hambrientos en zonas pobladas. En esta remota isla, donde apenas viven 3 mil personas, conviven con esta “invasión” desde diciembre de 2018.

El motivo de esta “invasión”, con osos que irrumpen en las viviendas, es de las consecuencias del cambio climático. Con la disminución del hielo marino en el Ártico a causa del calentamiento global, los osos polares se ven obligados a cambiar sus hábitos de caza y se acercan a los asentamientos humanos en busca de comida.

En algunos casos los animales tienen “un comportamiento agresivo”, asegura Alexandre Minayev, el jefe adjunto de la administración local. “Atacan a la gente y entran en los edificios de vivienda y de servicios”, asegura.

La vida de las personas se está viendo afectada por la presencia de los osos. “La gente tiene miedo de abandonar sus hogares, y los padres no están dispuestos a dejar que sus hijos vayan a la escuela o al jardín de infancia”, explica Minayev.