El instructor recorre la puerta de cristal ante la mirada curiosa de quien se acerca a husmear a través de los cristales atraída por la música discreta, pero que se alcanza a escuchar en una plaza comercial de la alcaldía Cuauhtémoc. Son menos de diez personas ataviadas en pants, shorts, playeras de algodón y tenis. El complemento, sus audífonos.

En una caminadora hay una joven mujer que ignora la presencia de la intrusa. Sigue su rutina como si nadie a su alrededor existiera. En el área de pesas, los hombres se afanan...

El instructor se siente sorprendido, y pregunta: “¿Cómo estás?”

—Esta actividad aún está restringida, ¿verdad?

"Bueno, sí, pero si quieres hacer ejercicio no hay problema. Mira, tenemos adecuadas nuestras áreas. Y, como verás, no hay mucha gente. No está saturado", dice el hombre musculoso a la intrusa que los sorprendió ya hace más de tres semanas tras el cambio del color rojo al naranja del semáforo epidemiológico en la capital del país.

En México, 80 por ciento de los gimnasios son de barrio y sus dueños sucumbieron a acciones desesperadas como la apertura clandestina, porque su actividad está marcada para la reactivación en semáforo verde, lo cual aún está muy lejano que ocurra en esta larga pandemia por el virus SARS-CoV-2 causante de la enfermedad COVID-19.

Los empresarios del ramo, aglutinados en la Asociación Mexicana de Clubes y Gimnasios A.C., aseguran: "Estamos preparados y listos para reiniciar nuestras actividades. Se han analizado y reforzado las medidas de higiene, seguridad y limpieza que se implementarán en todas nuestras unidades".

Se comprueba que así es. En el gym descubierto hay adecuaciones. Desde la entrada hay un tapete sanitizante. Dispensadores de gel y está delimitada la sana distancia entre los aparatos que se usan para el ejercicio.

Los visitantes están cada uno en lo suyo. No son más de diez. Unos fijan su mirada en los espejos, ven las gotas de sudor que se escurren por su rostro.

Tras darse a conocer el permiso para que reconvertidos en restaurantes, bares y antros reabran en la Ciudad de México, incluso ya con "música ambiental", genera diversas opiniones.

"Nosotros llegamos y comenzamos nuestra rutina. No tenemos contacto entre los que aquí estamos, que nunca somos más de diez, tampoco cantamos. En los bares y antros quiero ver si esto se respeta, de no cantar", dice Mario, vecino en la alcaldía Cuauhtémoc y quien acude a este gimnasio tres veces por semana. Antes lo hacía todos los días, dice. "Llevo ya algunos años haciendo ejercicio aquí".

Crónica ha podido ver que más de tres gimnasios ofrecen sus servicios. Incluso, tapan sus entradas para no llamar la atención.

Es una industria que teme desaparecer.

En términos económicos los integrantes de la Asociación Mexicana de Clubes y Gimnasios (AMEGYC) sólo tienen recursos para dos a tres semanas más, advierten, lo que provocará un cierre masivo de unidades y llevarían a la desaparición de la industria en México.

En la capital del país hay 400 gimnasios y 800 en el Estado de México, es decir, en el área metropolitana están cerrados oficialmente hasta ahora mil 200 de estos establecimientos.

Dentro de la industria fitness, la Asociación Global de Clubes de la Salud estima que actualmente haya nueve m 200 clubes miembros en 70 países. En México existen 12 mil 871 clubes o gimnasios, con ingresos por 1,872 millones de dólares anuales, más de 4’264,000 usuarios, lo que representa 3.5 por ciento de la población.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi), 42 por ciento de la población mayor a 18 años de edad realiza algún ejercicio físico en su tiempo libre, con 60 por ciento de ellos enfocado en su salud, 20 por ciento en diversión y 20 por ciento "en verse bien".

México se ubica en el segundo lugar por tener una población que padece obesidad o sobrepeso, y es una de las alarmas para el sector salud del país que tiene que lidiar con comorbilidades en pacientes víctimas del virus SARS-CoV-2.

Los gimnasios, así como las albercas, a las que ya les permitieron regresar a actividades la próxima semana, cuentan ya con sus protocolos para recibir a su clientela, mismos que ya están en marcha que no tuvieron más que reactivarse en la clandestinidad.

La Asociación Mexicana de Clubes y Gimnasios cuenta ya con la elaboración de un documento-protocolo de 23 cuartillas en las que establecen más de diez medidas para evitar la cercanía y posibles contagios a través de contactos con superficies o personas.

havh