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En la Central de Simulación del Instituto Nacional de Perinatología, los errores no cuestan vidas

Tiempo y paciencia, es lo que tienen cientos de médicos residentes del INPer “Isidro Espinosa de los Reyes”, así como de otras instituciones interesadas en convertirse en los mejores.

Tiempo y paciencia, es lo que tienen cientos de médicos residentes del INPer “Isidro Espinosa de los Reyes”, así como de otras instituciones interesadas en convertirse en los mejores.

En la Central de Simulación del Instituto Nacional de Perinatología, los errores no cuestan vidas

En la Central de Simulación del Instituto Nacional de Perinatología, los errores no cuestan vidas

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La constancia y perseverancia en el área quirúrgica, deja buen fruto: médicos altamente capacitados, con el suficiente desarrollo de destrezas para tener la habilidad de poder entubar a un recién nacido: a término o prematuro, o en otras áreas, una perfecta coordinación ojos-manos y pensamiento en movimientos milimétricos exactos para poder realizar una laparoscopía.

Tiempo y paciencia, es lo que tienen cientos de médicos residentes del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes”, así como de otras instituciones interesadas en convertirse en los mejores.

En la Central de Simulación del Instituto Nacional de Perinatología (CESINPer), los errores no cuestan vidas, y justo por eso están ahí, para aprender, errar, corregir y volver a intentar.

En entrevista con Crónica, Norma Lidia Sandoval Osuna, jefa de Departamento de Fomento y Herramientas Educativas del INPer, comenta que en el Área de Neonatos, los médicos aprenden cómo actuar en un caso de emergencia y poder manipular a un neonato a término o prematuro, en caso de requerir maniobras de reanimación neonatal.

El curso se imparte a través de una plataforma educativa virtual, además llevan un manual, y en la CESINPer, a prácticas, para lo cual se cuenta con cunas, cabezas neonatales en las que se aprende a maniobrar al neonato para entubarlo y tienen colocados dos globos —que simulan los pulmones—, y se inflan cuando la entubación se realizó de manera exitosa.

A estos cursos de capacitación asisten enfermeras para la administración de medicamentos y anestesiólogos, así como ginecólogos para el caso de un escenario de una hemorragia obstétrica, escenario en el que es fundamental supervisar la cantidad de sangre que estaría perdiendo la paciente, es decir, hacer la estimación de sangre perdida y contenida en compresas y gasas.

El doctor Juan Luis García Benavides, subdirector de la CESINPer, destaca que el médico residente debe tomar en cuenta además del evento que está atendiendo, el tiempo que la enfermera va a demorar en ir a Ceye (la central donde se encuentra el material quirúrgico), a fin de hacer el evento lo más real posible “para que, si el doctor olvida pedir algo adicional, se dé cuenta que se pierde mucho tiempo si no se toman en cuenta estos aspectos”.

Destacó la importancia de que el instituto de perinatología cuente con dicha área de simulación de posgrado, ya que pocos hospitales lo tienen, debido a que se encuentran en pregrado en la universidad, cuando están aprendiendo muchas otras competencias, pero estás ya áreas de especialización son muy específicas.

La doctora Norma Lidia Sandoval, añade que también se cuenta con un área de laparoscopia, donde los ginecólogos, y médicos que están haciendo su especialidad en biología de la reproducción o laparoscopía acuden a dominar habilidades en el manejo de este aparato, para aprender a hacer intervenciones en lo que se denomina “realidad virtual”.

En este equipo que es de muy alta precisión, el alumno, aprende a manejar los dos trócares (los brazos del equipo, que en el interior del paciente va a realizar la sutura), mientras sus ojos están mirando al monitor todo el tiempo, precisamente viendo lo que está haciendo dentro del paciente a través de pequeñas incisiones menores a un centímetro de largo en su cuerpo.

Esta imagen se observa en segunda dimensión, sin embargo, en el cuerpo humano están en tercera dimensión, así que sus movimientos deben ser prácticamente milimétricos y muy precisos para colocar la pinza, y luego suturar sin dañar ningún otro órgano.

“Al final, el equipo da cuenta de qué tanto se equivocó el practicante, cuántas veces utilizó la mano derecha o la izquierda, para que en la siguiente sesión utilice las dos manos de manera simultánea y se vaya haciendo más diestro en sus habilidades, el tiempo que tardó, así como la precisión que tuvo y da una calificación, la cual, lo recomendable es que sea de 100”.

En este equipo el médico aprende a mover objetos muy precisos, a realizar cortes finos, suturar, colocar una ligadura en una estructura determinada, “el equipo pone una marca y el alumno debe colocar la sutura en ese momento, evaluando aspectos como si lo hizo a tiempo, en lugar indicado, si no apretó mucho, así como diferentes procedimientos quirúrgicos como embarazo ectópico, o histerectomía.

También se tiene el detalle si en la práctica el “paciente” virtual sangró mucho, si se dañó algún tejido o de plano, hubo tal demora o complicación, que el procedimiento se tuvo que convertir en una intervención abierta “todos estos elementos son muy importantes para que puedan realizar lo previo a los eventos que se pudieran presentar con una paciente en la vida real”, señaló la doctora Norma Lidia Sandoval.