Cultura

En torno al derecho de vía del Tren Maya hay vestigios: experto

Hay santuarios, adoratorios, rutas de peregrinaje y restos de fuertes, de haciendas y acueductos que se abandonaron por la Guerra de Castas, explica Luis Alberto Martos

Hay santuarios, adoratorios, rutas de peregrinaje y restos de fuertes, de haciendas y acueductos que se abandonaron por la Guerra de Castas, explica Luis Alberto Martos

En torno al derecho de vía del  Tren Maya hay vestigios: experto

En torno al derecho de vía del Tren Maya hay vestigios: experto

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

"Analicé los planos del Tren Maya que están en la página de López Obrador y sí es cierto, muchos de los trazos van sobre el derecho de vía, pero ojo, sobre el derecho de vía también hay vestigios”, señaló el arqueólogo Luis Alberto Martos durante la jornada Megaproyectos. La perspectiva de los académicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) celebrado ayer en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

El experto en el área maya señaló desde el Auditorio Román Piña Chan su preocupación por el tramo de Chetumal a Bacalar y de Carrillo Puerto a Tulum, porque aparte de la evidencia arqueológica existen rutas históricas.

“Tuve la oportunidad de recorrer esa región y hay santuarios, adoratorios y rutas de peregrinaje. Es la zona maya de Quintana Roo con restos de fuertes, de haciendas y acueductos que se abandonaron por la Guerra de Castas (1847)”, indicó Martos.

El investigador añadió que al igual que en las vías, a los costados de las carreteras, existen vestigios.

“Cuando en los años 90 la carretera Tulum-Cancún se hizo de cuatro carriles yo estaba trabajando por ahí y pegado a la carretera hubo un proyecto en Xel-Há donde se encontraron plataformas con ofrendas y entierros. En el área Río Bec, pegado a la carretera, está el sitio Manos Rojas, Avisperos y Xpujil”, detalló.

Como académicos, enfatizó Martos, les compete todo el patrimonio que está en medio del Tren Maya como, por ejemplo, la ruta de los chicleros.

“Por todo el estado de Quintana Roo hubo chicleros, en las cuevas están sus herramientas, campamentos y cortes (a los árboles), es una parte importante de nuestra historia”, destacó.

En opinión del experto —y a pesar de las posturas contrarias de sus colegas—, el Tren Maya es una decisión presidencial que difícilmente se echará para atrás.

“Es una bala que se va a tirar en la guerra, no podemos detenerla pero lo que sí podemos evitar es que sea una bala de coloratura. Como institución y académicos debemos esforzarnos para que esta bala vaya a su objetivo: a la cuestión económica”, dijo.

Los investigadores no pueden ponerse sólo con sus pancartas de “No al Tren Maya”, agregó. “Es una obra que se hará y podemos pugnar para que no se dañe el patrimonio, deberíamos apegarnos a la ley y hacer un proyecto colegiado, sumar la experiencia de los compañeros que están en los Centros INAH”.

Martos comentó que el Tren Maya comprende una primera fase de 900 km en un trazo de Tabasco, Chiapas y Quintana Roo; y una segunda que llegará a los 1500 km a través de Campeche y Yucatán.

Según información oficial, añadió, la primera usará el 95% del derecho de vías que ya existen y de Palenque a Valladolid se rehabilitarán vías. Para 2019 se prevé la construcción del tramo Valladolid-Cancún y el tramo Caribe; y para 2020 el tramo Selva-Caribe II.

“Se nos ha hablado de que habrá estudios de impacto ambiental, medidas de contención, mitigación y compensación, se habla de 17 estaciones y tres tramos principales: el de selva con 426 kilómetros, el de El Caribe con 446 km y de El Golfo de 653 km, aprovechando tramos existentes en Chiapas de 42 km, en Tabasco de 102 km, en Campeche de 317 km y Yucatán de 93 km. Eso es un total de 554 km”, detalló.

Durante el foro, el arqueólogo Luis Alberto López Wario expresó la pertinencia de obtener un dictamen previo de viabilidad para que el INAH “tenga un sustento técnico que rebase las consideraciones políticas y porque resulta indispensable para evitar daños a los bienes que son de la nación”.

El investigador mayista comentó que en agosto de 2018 emitió un escrito para manifestar su preocupación por la construcción de grandes obras que López Obrador anunció como presidente electo, del cual recibió la respuesta de “que todo estaba bajo control”.

En ese documento López Wario propuso una serie de fases y la elaboración de estudios de viabilidad ambiental y patrimonial paleontológico, arqueológico e histórico.