Opinión

Encarrerados por los animales

Encarrerados por los animales

Encarrerados por los animales

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Cuando se tiene camino andado en esto del tema animales no humanos, son pocos los cursos o talleres locales relativos que realmente sorprenden y/o actualizan. Excepción fue el que hace apenas un par de años… por ahí… organizó la Procuraduría

Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) conjuntamente con la Humane Society International, capítulo México, para instruirnos, pormenorizadamente, sobre el estricto protocolo al que debe ceñirse la primera atención de cualquier reporte de maltrato o crueldad, a fin de obtener las más posibles evidencias y testimoniales que permitan fundamentar y sostener debidamente la denuncia dentro del ámbito penal, lo que incluye, por supuesto, el correcto manejo de la Cadena de Custodia, que visto está, es lo primero que se pierde en aras de salvaguardar al animal afectado, más provocando con ello que se complique el procedimiento. Dado lo anterior, me complace que tal adiestramiento —abierto anteriormente a todo interesado—esta vez vaya dirigido concretamente a los funcionarios a cargo de atender tan complejas diligencias. Ojalá lo sepan aprovechar.

En cambio, contrario me pasó —aunque teóricamente debería haberme provocado alegría— apenas enterarme de que la Federación Canófila Mexicana, A. C., cuenta ya con el nivel de licenciatura en lo que registraron como “ESCUELA DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA EN PEQUEÑAS ESPECIES". Y me inquieta la situación porque… no sé si los títulos terminen otorgándose con la misma facilidad con la que la A.C. emite los certificados —¡incluso con el reconocimiento de su par internacional!— para “criaderos" en los que ni siquiera uno de sus “expertos" ha puesto un pie ni por disimulo. A esto se suma mi intranquilidad personal de que la ética que se implemente a los alumnos sea exclusivamente enfocada al negocio que hoy es la canofilia, salvo reconocidas excepciones, y a la explotación reproductiva de perros y gatos, en congruencia con los intereses que representa el grupo directivo de la asociación referida. No omito expresar que le guardo aprecio y cariño al MVZ José Luis Payró, sempiterno presidente de esa agrupación, y que me sorprende positivamente que dentro del cuerpo de maestros esté incluido el Dr. Leopoldo Pash, a quien no sólo estimo sino que le guardo agradecimiento eterno por el apapacho y reconocimiento público que me manifestó cuando él fungía como Director de la FMVZ-UNAM y yo estaba al frente del Zoológico de Chapultepec.
EN OTRO PUNTO, la semana pasada quedé entusiasmada por tres situaciones. La primera, porque la organizadora del reciente Foro por los Derechos de los Animales, senadora Rocío Abreu, aseguró que pretende elevar a rango constitucional EL PUNTO. La segunda, por el anuncio que pronunciara un Ricardo Monreal inesperadamente turbado ante el micrófono que le dio voz para inaugurar el evento, dando por hecho seguro que su iniciativa, dada a conocer en abril pasado (referente a la prohibición del comercio, importación, exportación e inclusive uso de elementos para la producción de productos cosméticos que hayan sido probados en animales no humanos), tras “seis meses discutiéndose en Comisiones" por fin verá la luz antes de que termine el año. Se trata de un proyecto que desde este espacio celebré en cuanto lo compartió, ya que a mi parecer está bien diseñado y correctamente redactado respecto de su objeto. Quedamos entonces atentos a festejar con bombo y platillo su aprobación, misma que incidirá en la reforma de tres diferentes legislaciones, entre las que por cierto no queda incluida una inexistente que el zacatecano citó (“la ley federal de bienestar animal"). La tercera es sobre la franca intención expresada por el Senador, para tipificar como delito la crueldad y el maltrato a los animales. ¡Órale!OTRA QUE ANDA DESATADA moviendo diversas propuestas para incluirlas tanto en la Ley de Protección a los Animales como en el Código Penal, ambos de CDMX, es la diputada morenista Leticia Varela, que sorpresivamente abre la posibilidad de que se las observemos y/o complementemos, oportunidad que no hay que desaprovechar, empezando por señalar la obcecación por el uso de un término preciso pero inviable para el propósito que pretende cubrir, y asimismo manifestando inquietud por la pretensión de dictaminar como delito prácticamente todo el artículo 24 de la LPA, al haber actos y hechos que pueden conducirse con mayor eficacia y eficiencia por la vía administrativa, que permite, incluso, asegurar a los animales. TEMA. Continuaré.producciones_serengueti@yahoo.com
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