La VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), realizada en la Ciudad de México, fue escenario de un choque entre naciones latinoamericanas y reclamos ante la presencia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Ello, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador exponía la intención de fortalecer la región y en la que hizo clara su intención de sustituir a la Organización de los Estados Americanos (OEA), de la que forman parte Estados Unidos y Canadá.

La presencia del bolivariano ha provocado toda serie de reacciones desde el momento en que sorpresivamente se confirmó que vendría a México. El viaje anunciado de último momento a México la noche de este viernes, es el primero que realiza desde que el gobierno de Estados Unidos lo acusó de narcotráfico.

Los mandatarios de Uruguay, Luis Lacalle, y de Paraguay, Mario Abdo Benítez, reclamaron la presencia tanto del mandatario venezolano como la del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel -quien fue recibido con honores en plenos festejos patrios-, en la cumbre que tuvo como sede el Palacio Nacional, en la Ciudad de México.

Fue Abdó quien manifestó la primera inconformidad para dejar muy en claro su postura y dijo a su homólogo venezolano que lo desconoce como máxima autoridad de Venezuela. "Es de caballeros decirlo de frente", remató.

“Mi presencia en esta cumbre, en ningún sentido ni circunstancia, representa el reconocimiento al gobierno del señor Nicolás Maduro. No hay ningún cambio de postura de mi gobierno y creo que es de caballeros decirlo de frente“, expresó el mandatario guaraní.

La respuesta no se hizo esperar por parte del mandatario de Venezuela, quien exclamó: “Ni el mío para el tuyo”.

Lacalle hasta lanzó reclamos al presidente López Obrador, por la presencia de Venezuela y Cuba, naciones en las que, dijo. "no hay democracia” y se violan los derechos humanos.

"Con el respeto debido, cuando uno ve que en determinados países no hay una democracia plena, cuando no se respeta la separación de poderes, cuando se utiliza el aparato represor para callar las protestas, cuando se encarcelan opositores, cuando no se respetan los derechos humanos, nosotros en voz tranquila pero firme debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela”, remarcó.

El gobierno colombiano también se sumó al rechazo contra la participación de Maduro, a quien además dijo desconocer como mandatario.

"El Gobierno de Colombia, al igual que otros países que han desconocido el poder de facto que ejerce Nicolás Maduro en Venezuela como resultado de la elección presidencial del 20 de mayo de 2018, viciada por la ausencia de garantías a la oposición y por el fraude; expresa su rechazo a la participación del mismo en la VI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC", expuso a través de un comunicado.

Ante los señalamientos, Maduro llamó a todos los países a ser testigos de los comicios que se llevarán a cabo el día 21 de noviembre. "Vean al dictador Maduro cómo convoca a la elección número 29 (…), toda la oposición se ha inscrito. Bienvenidos y que gane quien tenga que ganar”, exclamó.

Nosotros creemos profundamente en el diálogo de diversos, y yo le digo al presidente de Paraguay: ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre democracia... O lo digo un poco más, si me permiten la pasión: ponga usted, presidente Lacalle, la fecha, el lugar, para un debate. O ponga usted, presidente López Obrador, que Venezuela está lista para debatir de democracia, de libertades, de resistencia, de revolución y de lo que haya que debatir, de neoliberalismo."

Y agregó que “tendría suficientes piedras que tirar contra algunos” de los asistentes, pero que la reunión era para unir a la región.

En su breve participación, Nicolás Maduro propuso crear una secretaría de la Celac en México, para lo cual se tendrían que elegir consejos de ministros de economía, social y política.

En medio de los señalamientos, el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, en su calidad de moderador, reconoció que durante este encuentro las diferencias fueron evidentes, pero recordó que lo que anima esta cumbre "es la cooperación frente a los problemas sustantivos de la región”.