El historiador mexicano, Enrique Krauze, se alineó ayer con las duras críticas vertidas por historiadores, en su mayoría españoles, pero también latinoamericanos y un hispanista británico, por la carta enviada por el Presidente de México al Rey de España, para que pida perdón por la Conquista y la colonización de México hace 500 años.

“Me parece más inoportuno que éste sea un mensaje similar al de Nicolás Maduro y al de Evo Morales”, declaró en relación a las peticiones de perdón por el “genocidio”, solicitadas en su momento por los dirigentes chavistas de Venezuela y Bolivia. Según dijo Krauze, “ha hecho bien el gobierno español de contestar en los términos exactos y ponderados que lo ha hecho”.

Más contundente, Manuel Lucena, investigador de Estudios Comparados del Caribe y Mundo Atlántico, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), consideró “patético” que el Presidente de México recupere “el nacionalismo indigenista de la revolución mexicana en el siglo XIX”.

“La Conquista la hicieron los indígenas que no eran aztecas. Los españoles eran cuatro gatos, 600 frente a 150 mil habitantes, y Tenochtitlan fue tomada con ayuda de los tlaxcaltecas, la infantería de la conquista. A quien tiene que preguntar (López Obrador) es a sus propios nacionales indígenas”, opinó Lucena Giraldo. Recuerda también que la Corona española recompensó a quienes colaboraron en la conquista con la exención de impuestos hasta 1821, es decir hasta la independencia de México, que, a su juicio, “es cuando empieza la tragedia de los indígenas”.

En términos parecidos se pronunció Luis Enrique Nieto, de la Universidad del Rosario, en Colombia, quien subraya que la historia no se puede ver en términos absolutos como españoles contra indígenas.

“Según se ha sabido modernamente, en los sometimientos a los aborígenes no sólo participaron españoles, también se unieron grupos indígenas que tenían entre sí rencillas y enfrentamientos”, declaró.

Álvaro Tirado Mejía, miembro de la Academia Colombiana de Historia, opina sobre la petición de López Obrador que “el neopopulismo está en todas las esferas y ahora entró en el manejo de la historia. Parece que en este caso hay más una cuestión electoral y de manejo político y no de interés histórico”.

Para el historiador británico, Henry Kamen, López Obrador “no sabe mucho de la Historia de su propio país” y “está pidiendo cosas que no son reales para los historiadores”.

“Siempre hay explotaciones y muertes: eso, es cierto, es incuestionable. Pero, después de 500 años, pedir que otras autoridades, en otro contexto, opinen y acepten la responsabilidad de sus compatriotas, no tiene sentido”, declaró.

Por último, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, “no hay civilización que tenga las manos limpias”, por eso, dijo, “es importante que la historia no se repita y la memoria sirva para comprometernos con el futuro”.