Escenario

Epitafios inmortales en las tumbas de los famosos

Algunas lápidas se han convertido en lugares emblemáticos gracias a los mensajes que dejaron artistas populares como Jim Morrison, Frank Sinatra o Mel Blanc

Algunas lápidas se han convertido en lugares emblemáticos gracias a los mensajes que dejaron artistas populares como Jim Morrison, Frank Sinatra o Mel Blanc

Epitafios inmortales en las tumbas de los famosos

Epitafios inmortales en las tumbas de los famosos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Cuando un artista muere en el mundo no sólo prevalece su obra. Existen formas de hacer inolvidable su lecho de muerte al grado de convertir sus tumbas en lugares de peregrinación. Y ahí, en las lápidas, nos podemos encontrar con algunos epitafios en los que se leen mensajes bastante divertidos y curiosos.

Uno de los más famosos es el de Frank Sinatra (1915-1998), que se ha convertido en símbolo de la cultura popular y ha sido sumamente citado: “Lo mejor está por llegar”. La frase se ha interpretado como una extensión de su leyenda musical así como de su gusto por la riqueza, que le caracterizó en vida.

En cambio, en la tumba de Johnny Cash (1932-2003) está grabado un mensaje de humildad bíblica: “Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti. Oh, Señor, mi roca y mi redentor”. Otros mitos, como Robert Johnson (1911-1938), de quien se dice le vendió su alma al diablo a cambio de talento pregona en su epitafio “Descansando en el blues”, sin embargo, no descansa del todo, su mito aumenta, pues se han encontrado tres tumbas en las que se dice que su cuerpo descansa en ellas.

Uno de los mensajes más extensos es el de Elvis Presley (1935-1977), acá resumido: “Tuvo un talento divino que compartió con todo el mundo (…) Llegó a ser una leyenda viva de su tiempo, ganándose el respeto y el amor de millones de personas. Dios notó que necesitaba descansar y se lo llevó a casa para estar con él”.

Y es que los rockeros han sido los que más mensajes memorables han dejado. Tal es el caso de Jim Morrison (1943-1971), líder de la mítica banda The Doors, en cuya tumba ubicada en el cementerio Père Lachaise de París, se puede leer la frase “Kata ton daimona eaytoy”. Traducida al español, la frase sería de la siguiente manera: “De acuerdo con su propio espíritu”.

Por otro lado en la tumba de Jimi Hendrix (1942-1970) se lee con amor e ironía: “Nos veremos en la próxima vida, nena. No tardes”. Mientras que en la de Freddie Mercury (1946-1991), vocalista de Queen, en una estatua ubicada junto al lugar donde arrojaron sus cenizas se puede leer lo siguiente: “Lover of life, singer of songs”; y en Kingstone, Jamaica, se encuentra el mausoleo de Bob Marley (1945-1981) con un mensaje simple en la puerta: “Jah Love”.

Acá otras leyendas del rock con epitafios memorables: John Bonham (1948-1980), de Led Zeppelin: “Un cariñoso recuerdo a un padre y un marido maravilloso. Su recuerdo siempre vivirá en nuestros corazones. Buenas noches, mi amor. Dios te bendiga”. Keith Moon (1946-1978), de los Who: “Batería de los Who. No hay sustituto” y Cliff Burton (1962-1986), de Metallica: “No podrá el reino de la salvación llevarme a casa”.

Caso especial lo que nos dejaron Ramones como Joey Ramone (1951-2001): “Hyman Jeff. Cariñoso hijo y hermano. También conocido como Joey Ramone. En el Paseo de la Fama del Rock and Roll”. Un año después se sumó Dee Dee Ramone (1951-2002): “Ok… Me tengo que ir ahora”; y luego tocó turno a Johnny Ramone (1948-2004): “Si el éxito de un hombre puede ser juzgado por la cantidad de buenos amigos que tuvo, entonces fui exitoso”.

Algunos sólo pusieron alguna de sus canciones emblemáticas: John Lennon (1940-1980), de The Beatles, con “Imagine”; Ian Curtis (1956-1980), de Joy Division, con “Love will tear us apart” y Ronnie James Dio (1942-2010) con “Man on the silver mountain”.

Y qué decir de Michael Jackson con otro mensaje bastante extenso y poco modesto: “Compositor, cantante, productor, bailarín, coreógrafo, humanitario, miembro de los Jackson 5, solista, 13 singles número 1, 13 Grammys, 197 premios y 37 Top 40 Hits. En el Paseo de la Fama del Rock and Roll y legenda de la Motown. Se marchó demasiado pronto”.

En el caso de las figuras cinematográficas también tenemos algunos con gracia como el de Mario Moreno Cantinflas (1911-1993): “Parece que se ha ido, pero no”, aunque es más simpático lo que quiso hacer John Wayne (1907-1973) al querer poner “Feo, fuerte y formal”, aunque se puso una cita del actor extraída de una entrevista: “El mañana es lo más importante en la vida. Entra muy limpio en nosotros a la medianoche. Es perfecto cuando llega y se pone en nuestras manos. Y espera que hayamos aprendido algo del ayer”.

Curioso también el memorial de Mel Blanc (1908-1989), emblema del doblaje, que hizo las voces de los Looney Tunes, y sí, el Puerco Porky, cuyo “Eso es tó, eso es tó, eso es todo, amigos” (That’s all, folks) es la inscripción reconocible que preside su sepelio. Otros como James Stewart (1908-1997) decidieron poner: “El único mérito de mi vida ha sido entretener a la gente. Sólo por eso mereció la pena vivirla”. Pero ninguno como el de Groucho Marx (1890-1977): “Perdone que no me levante”.

También para recordar el epitafio de la actriz Bette Davis (1908-1989), que tomó unas palabras que le dijo su gran amigo Joseph Mankiewicz, director de Eva al desnudo: “Lo hizo a su difícil manera”. En cambio el comediante Leslie Nielsen (1926-2010) lo hizo difícil en la interpretación pues pidió poner “Let ‘er rip” que, a su vez, viene a ser un juego de palabras en inglés entre el RIP de los fallecidos y el rip a fart que significa “tirarse un pedo”.

Finalmente vale la pena mencionar el de tres cineastas. El primero es Billy Wilder (1906-2002), especialista en sus diálogos: “Soy escritor, pero claro, nadie es perfecto”; otro que intentó ironizar fue Alfred Hitchcock (1899-1980) con “Esto es lo que le pasa a los chicos malos”, sin embargo nadie se atrevió a ponerlo y finalmente tenemos al solemne Stanley Kubrick (1928-1999) que pidió una cita de Oscar Wilde: “La tragedia de la vejez no consiste en ser viejo, sino en haber sido joven”.