Si bien en la Ciudad de México se han desarrollado diversos mecanismos a través de los cuales se busca reconocer las acciones de ciudadanos ejemplares que desempeñen labores en materia de ecología y cuidado del medio ambiente, lo cierto es que éstos no han sido suficientes para alentarlos.

Desde mi perspectiva, es muy importante la participación activa de una sociedad organizada, informada y consciente de los diferentes temas que lo afectan, como lo es el calentamiento global, la insuficiencia de agua potable, la deforestación y la inadecuada disposición final de los residuos sólidos, entre otros.

En este sentido, algunos países y organismos internacionales han establecido diversos mecanismos para incentivar y reconocer a aquellas personas que trabajan en la creación, implementación, impulso y difusión de mecanismos encaminados a la protección del medio ambiente.

Un ejemplo es el premio denominado “Campeones de la Tierra” que otorga la Agencia Ambiental de las Naciones Unidas o el Premio MIDORI para la Diversidad Biológica, mismo que se entrega cada dos años y es organizado conjuntamente por la Fundación Ambiental AEON y la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica. El premio tiene como objetivo concientizar al público sobre la importancia de la biodiversidad y contribuir al cumplimiento del objetivo del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica 2011-2020.

En nuestro país, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu), año con año convocaba a la participación de la sociedad para obtener el Premio al mérito ecológico, cuyo origen data del 8 de abril de 1993.

Derivado de lo anterior, y con el objetivo de fortalecer y fomentar mecanismos de participación ciudadana en pro ambiental, presentaré en el Congreso de la Ciudad de México una iniciativa para establecer un reconocimiento denominado “Medalla al Mérito Ecológico”, dirigido para aquellas personas físicas o morales que realicen acciones u obras relevantes en beneficio de la preservación, restauración del equilibrio ecológico y la protección al ambiente en la Ciudad de México. Este reconocimiento se deberá entregar en una sesión solemne que se celebrará el 5 de junio de cada año, Día Mundial del Medio Ambiente.

En conclusión necesitamos cada día redoblar esfuerzos para reconocer e incentivar a quienes participan activamente en el desarrollo de proyectos para el cuidado y protección ambiental, ya que estos cuidados se traducen en beneficio para todos y todas los que habitamos este planeta.

Si tienes una propuesta sobre quién debe recibir esta medalla, házmela saber en mis redes sociales cuando publique esta columna. Twitter: @TereRamosA

*Vicecoordinadora del PVEM en el Congreso localFacebook: Diputada Tere RamosInstagram: @tereramosa