Opinión

Esa desmedida ambición de los QB en la NFL

Esa desmedida ambición de los QB en la NFL

Esa desmedida ambición de los QB en la NFL

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Cuando vemos las nóminas de los equipos del deporte profesional de los Estados Unidos seguramente se habrán preguntado al igual que yo en más de una ocasión si los dueños de estas franquicias, y muy en especial de la NFL, tienen una imprenta de billetes en casa o algo por el estilo.

Y lo anterior lo corroboramos cuando atestiguamos la facilidad con que sueltan, cada vez con más frecuencia, contratos de más de 100 millones de dólares a los quarterbacks.

No es un secreto que de entre todos los deportes de conjunto habidos y por haber esta es la posición más importante de todas. No por nada está más que comprobado que si un equipo tiene un buen mariscal de campo siempre será un contendiente. Tal vez la prueba más palpable sea en este momento Nueva Inglaterra con Tom Brady. A la defensiva, los Patriotas son una potencia, sin embargo a la ofensiva sabemos que están en una de sus peores temporadas por la carencia de talento y más aún en el departamento de receptores. No obstante la razón por la que siguen en la cima es una: Brady.

Todo lo anterior viene a discusión porque durante la transmisión del juego entre Filadelfia y Dallas del domingo se dijo que Dak Prescott, pasador de los Vaqueros y quien entra a su último año de contrato como novato (5 años) en 2020, busca una extensión mega millonaria que lo convierta de un solo golpe en el quarterback mejor pagado de la historia.

Si, de acuerdo con algunas fuentes, Prescott busca un salario anual de 40 millones de dólares, cosa no vista aún en la historia de la Liga. Según algunos reportes, se dice que ya a principios de año se le ofreció a Dakota la suma de 35 mdd anuales, misma que no aceptó, pues su intención es escalar hasta la punta de entre los mariscales mejor pagados.

Quizá cuando arrancó la campaña Prescott estaba en posición de pedir esos 40 mdd, sin embargo con el transcurrir de la temporada la realidad es que no ha mostrado ser aún un mariscal de la elite.

Porque siendo sinceros, y al mirar la lista del top ten de los QB mejor pagados, ¿quién realmente ha desquitado ese dinero? El pasador con el mejor sueldo anual al momento es Russell Wilson de Seattle con 35 mdd al año, seguido de Ben Roethlisberger de Pittsburgh (34 mdd), Aaron Rodgers de Green Bay (33.5 mdd), Jared Goff de Los Angeles (33.5 mdd), Carson Wentz de Filadelfia (32 mdd), Matt Ryan de Atlanta (30 mdd), Kirk Cousins de Minnesota (28 mdd), Jimmy Garoppolo de San Francisco (27.5 mdd), Matthew Stafforf de Detroit (27 mdd), Derek Carr de Oakland (25 mdd) y Drew Brees de Nueva Orleans (25 mdd).

De esta lista podemos señalar claramente con los dedos de una mano los que realmente se han ganado ese dinero: Wilson, Roethlisberger, Rodgers y Brees; de los demás, pues aún deben demostrar algo más que un título divisional o un viaje al Super Bowl como Ryan y Goff.

Ahora, en honor a la verdad, ¿Prescott está al nivel de esos cuatro señalados? Por supuesto que no.

Entonces, ¿hay alguna razón para pelear por esos 40 mdd que pide? Tampoco.

Bueno, quizá muchos se preguntan y dónde se ubica Tom Brady, de Nueva Inglaterra, en esta lista y la respuesta es fuera de ella, y Brady sin duda ha hecho más que los citados anteriormente.

Para fines informativos baste decir que Brady está en la posición número 13 con un sueldo anual de 23 mdd. La gran diferencia es que, al menos nominalmente, el mariscal de los Patriotas acepta reducir su salario para que el equipo tenga mayor poder adquisitivo a la hora de hacer contrataciones y rodearlo de talento, algo que Prescott y muchos otros pasadores jóvenes no han podido entender o ni siquiera lo contemplan. Aunque pare ser sinceros, el dueño de los Patriotas, Robert Kraft, le ha de soltar una buena cantidad de dinero Brady bajo otros conceptos que no entran en la nómina del equipo.

Ahora, desde otro enfoque, es verdad que Prescott requiere un aumento sustancial en su contrato, pues no podemos pasar por alto que gana 680 mil dólares bajo su contrato de novato (acuerdo por ley durante los primeros 5 años), pero de ahí a dar un brinco casi cuántico desde la sombra hasta la cima de los mejor pagados con lo que ha enseñado esta temporada parece fuera de la realidad.

De hecho, valdría la pena especular si en dado caso Jerry Jones accediera a darle esos 40 mdd anuales, cuánto van a pedir los agentes que representan a mariscales jóvenes como Patrick Mahomes de Kansas City o Deshaun Watson de Houston, que al menos en el caso de Mahomes ha demostrado ser mucho mejor que Prescott por donde se le vea.

No hay que olvidar que Dak tiene ese sueldo tan bajo debido a que fue elegido hasta una cuarta ronda de draft, mientras que los otros dos fueron primeras selecciones colegiales de ambos equipos. Mahomes percibe 4.1 mdd y Watson 3.4 mdd.

A ese paso, el agente de Mahomes, y dado lo que ha demostrado este pasador, podría pedir hasta 50 mdd anuales, algo que provocaría un golpe mortal al llamado tope salarial de los equipos.

Es complicado saber en qué terminará éste estira y afloja entre la demanda de Prescott y la cartera de Jones, sin embargo se tiene el antecedente de Ezekiel Elliott, quien presionó y boicoteó al equipo ausentándose hasta lograr su objetivo.

Aún queda un año en el contrato de novato de Dak, y seguramente tratará de buscar esa extensión multimillonaria antes de que arranque la campaña del 2020, sin embargo, bien valdría la pena que mirara hacia las raíces de los Vaqueros, hacia el más grande quarterback de Dallas. Roger Staubach, quien en su momento dijo que cuando llegaba la hora de acordar sueldos, jamás echo mano de un agente que lo representara. Staubach cuenta que “para llegar a un acuerdo era sentarnos a charlar entre Tex Schramm, el gerente general de los Vaqueros y yo, tomar alguna cerveza y acordar una cantidad que consideráramos justa entre ambos. Por lo regular no nos llevaba mucho tiempo ponernos de acuerdo. Bastaba un apretón de manos para sellar el trato y listo”.

Sin duda eran otros tiempos, pero no estaría mal que Prescott y muchos otros pensarán como lo dijo alguna vez Joe Theismann, mariscal de Washington en los 70 y 80: “Jugar en la NFL es un privilegio, no un derecho”.