La amenaza de Donald Trump de endurecer las condiciones para conceder una visa —por ejemplo, negarla a quienes lo critiquen— ya es una realidad.

A partir de este mes de junio, todo ciudadano de países a los que Estados Unidos exige visa —todos los latinoamericanos, excepto los turistas chilenos— deberá suministrar sus nombres de usuario y clave en las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram…), direcciones anteriores de correo electrónico y los números de teléfono usados en los últimos cinco años. Asimismo, debe señalar si ha sido deportado o cualquier irregularidad en viajes pasados y decir si algún familiar ha sido implicado en actividades terroristas.

Estos nuevos datos en el formulario actualizado para solicitar visa (DS-160) será obligatorio, independientemente de si se solicita visa para viaje como turista, estudiante o por negocios.

En el pasado, sólo se solicitaban los historiales en redes sociales, ­correo electrónico y teléfono a los solicitantes identificados para investigación adicional, tales como los que habían viajado a zonas controladas por organizaciones terroristas.

Anualmente cabían en esa categoría unos 65 mil viajeros. No obstante, el cambio, propuesto por el presidente Trump en marzo de 2018, afectará a los aproximadamente 15 millones de extranjeros que solicitan visa cada año.

“La seguridad nacional es nuestra principal prioridad al evaluar las solicitudes de visa, y cada futuro viajero e inmigrante a Estados Unidos es sometido a un amplio control de seguridad”, señaló el Departamento de Estado. “Trabajamos constantemente para encontrar mecanismos de protección para los ciudadanos estadunidenses al tiempo que apoyamos los viajes legítimos a Estados Unidos”.